Mientras las Cortes regionales prosiguen investigando, sin prisa por lo que parece, el caso de presunta corrupción de las eólicas, en Valladolid está en marcha el juicio sobre el escándalo conocido como "la perla negra" referente a las irregularidades y presuntos delitos cometidos en torno a la construcción, alquiler y compra por parte de la Junta de Castilla y León de un edificio, en la localidad de Arroyo de la Encomienda, para sede de la Consejería de Economía y de la Agencia de Desarrollo, dado que se sospecha de un sobrecosto no justificado y que fue denunciado, precisamente y como en el asunto de las eólicas, por la Agencia Tributaria.

Hay 27 imputados en total, otros tantos abogados, y un constante desfile de testigos, lo que está alargando la vista, que ha tenido un proceso de instrucción aplazado debido a la complejidad y turbiedad del caso. Entre los imputados, están dos viceconsejeros y diversos altos cargos. En cuanto a quien era la máxima autoridad regional en esta materia por aquellos años, el ya exconsejero Tomás Villanueva, parece que no se enteró de nada, ni de esto ni de las eólicas. El asunto no deja de tener ramificaciones, pues aparte de aspectos tan curiosos como que el estudio de arquitectos del inmueble tuviese redactado un proyecto y cobrada la correspondiente factura meses antes de que la adjudicación fuese anunciada oficialmente, ahora se ha sabido también que el amueblamiento, por un importe de más de cuatro millones de euros, fue adjudicado a dedo, vulnerando la ley, y precisamente a la empresa a la que el PP pagó con dinero negro, presuntamente, el arreglo de la sede de Madrid.

Tan evidente debe resultar todo, que ha tenido que salir la vicepresidenta de la Junta y portavoz, Rosa Valdeón, para reconocer que así ha sido, por lo cual el Gobierno regional ha puesto en marcha una investigación interna, pues lo que la Junta desea, sobre todo, ha afirmado, es que se haga justicia. Pero eso sí, la exalcaldesa de Zamora no sabe si requerirán explicaciones al entonces consejero de Economía, o al alto cargo que firmaba las facturas. Aludió al hecho de existir ahora mismo una investigación judicial en marcha con la que hay que ser respetuosos, aunque precisó que habían aportado ya al Juzgado todos los documentos sobre la irregularidad denunciada. Tampoco precisó si la Junta se personaría en el caso, aunque hasta ahora no lo ha hecho y paga las minutas de los letrados defensores.

Así están las cosas, que demuestran una vez más como la comunidad no está exenta tampoco, ni mucho menos, de corrupción y falta de transparencia. El hecho de que algunas de las personas imputadas en la "perla negra" -que es como se conoce al edificio en cuestión- estén siendo investigadas igualmente por el asunto de las eólicas, sin olvidar la imputación del exdiputado Pujalte, parece delatar que ha habido un posible entramado corrupto actuando en Valladolid. Las obras faraónicas de la Junta, su inmenso despilfarro del dinero público, sus sueños de grandeza con los que ocultar su gris mediocridad, son parte del origen de todos estos lodos.