La céntrica y comercial calle del Riego, muy conocida por todos los zamoranos, que va desde la calle San Torcuato hasta la calle de la Feria, nada tiene que ver con el general que dio nombre al conocido "himno de Riego" que fue famoso en el siglo XIX y más tarde adoptado como himno nacional por la Segunda República (1931-1939).

Aunque la calle del Riego fue llamada calle de Calvo Sotelo durante los tiempos de la Dictadura franquista, volvió a su antiguo nombre a partir de la proclamación de la Constitución Española de 1978.

Los orígenes del nombre de la calle del Riego se remontan a un acuerdo del Ayuntamiento de 15 de julio de 1841, por el que se aprobó un proyecto de construcción de una cañería para conducir un manantial de agua que había en una casa denominada de don Fernando Piorno, a la que se incorporaban otros manantiales que había en la calle del Riego hasta llevar dichas aguas por medio de cañería a la primera fuente del paseo viejo de Valorio, con lo que esperaban mejorar notablemente este servicio público y el conveniente regado de los árboles de dicho paseo con el menor coste. Tal vez aquella disponibilidad de agua con la que regar los paseos y arbolados, gracias a los manantiales que había en la calle del Riego, fuera la razón para tomar el nombre. Es conveniente comentar que en Zamora todavía no se había instalado el servicio de distribución de agua potable y que tardaría veintiocho años en subir el agua del Duero para el consumo humano.

Rafael del Riego, había nacido en Tuña (Asturias) en 1784, al iniciarse la Guerra de la Independencia, en 1808, ascendió a capitán, pero ese mismo año fue hecho prisionero y después deportado a Francia, donde se formó en las teoría liberales más radicales. En 1814 retornó a España y se reincorporó al Ejército alcanzando el grado de teniente coronel. Durante seis años estuvo conspirando junto con otros liberales para restaurar la Constitución de 1812. El 1 de enero de 1820 arengó a los suyos con una proclama, conocida como el "Pronunciamiento de Riego" para obligar al rey Fernando VII, a jurar la Constitución.

Comenzó el "Trienio Liberal" y el nuevo Gobierno nombró a Riego mariscal de Campo, llegando a ser presidente de las Cortes Generales.

Fernando VII restableció el absolutismo con el apoyo de un ejército francés conocido como "Los Cien Mil Hijos de San Luis". Riego intentó reorganizar la resistencia, en calidad de general en jefe del III Cuerpo de Ejército e hizo frente a los franceses, pero el 14 de septiembre fue derrotado en la Batalla de Jódar (Jaén). Malherido, trató de huir siendo traicionado por sus tropas y hecho prisionero.

El 7 de noviembre de 1823 Rafael del Riego, hundido moral y físicamente, fue arrastrado en un serón hasta el patíbulo situado en la plaza de la Cebada en Madrid y ejecutado por ahorcamiento y posteriormente decapitado, entre los insultos de la misma población madrileña que poco tiempo antes le había aclamado.

El retrato del general Riego se exhibe en las Cortes Generales junto con otros personajes liberales y de acontecimientos como la "Jura de la Constitución de 1812".