Desde que en el 2008 estalló la crisis estafa del sistema neoliberal, sistema impuesto como verdad absoluta e indiscutible para la gestión no solo de la economía sino de todo lo que pisa sobre la faz de la tierra, nos hemos encontrado a los mismos que nos dieron la fórmula de la felicidad y que nos tiraron por el terraplén, poniéndose en primera fila para darnos la nueva solución. Nueva solución que es la misma de antes pero con nuevas terminologías y viejas lógicas.

Durante este tiempo los avanzados alumnos de la escuela de Chicago nos quieren cautivos y desarmados, nos quieren desmemoriados, nos quieren, bueno la verdad es que nos quieren poco.

Los procesos de empoderamiento popular, que han ido surgiendo como respuesta resistente ante la ofensiva siniestra de los adalides de la expoliación, en algunos casos se han demostrado, se están demostrando, muy blanditos.

Esto ha llevado a que nos topemos con la realidad de bruces y es que no basta con hacer diagnósticos, se necesitan tratamientos, y ahí es donde surge el Plan B para Europa. Un buen principio, un buen paso.

Como dice el llamamiento firmado por importantes personalidades económicas y políticas, en julio de 2015 asistimos a un Golpe de Estado financiero ejecutado desde la Unión Europea y sus instituciones contra el Gobierno griego condenando a la población griega a seguir sufriendo las políticas de austeridad que ya habían rechazado en dos ocasiones a través de las urnas. Este golpe ha intensificado el debate sobre el poder de las instituciones de la Unión Europea, su incompatibilidad con la democracia y su papel como garante de los derechos básicos exigidos por los europeos.

Sabemos que existen alternativas a la austeridad. Iniciativas como "Por un Plan B en Europa", "Austerexit" o "DiEM25" (Democracy in Europe Movement 2025) denuncian el chantaje del tercer memorando de entendimiento impuesto a Grecia, el fracaso económico que supondrá y el carácter antidemocrático de la UE. Reconocido por el mismo presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, quien declaró: "No puede haber decisiones democráticas contra los tratados europeos".

Lo que demuestra la realidad que vivimos y sufrimos es que la democracia debe llegar a todos los rincones de la sociedad, no podemos seguir viviendo en una sociedad donde los que mandan no se presentan a las elecciones y los que siempre se han presentado forman parte más del problema que de la solución.

Procesos como el que sufrimos dirigido por tecnócratas, está provocando un empobrecimiento inmenso de las clases populares en toda Europa, los retrocesos en derechos, valores, en principios democráticos y todo esto acompañado de la revitalización de los procesos xenófobos.

Estamos en una situación de retroceso, de involución, que requiere una respuesta política y ciudadana.

Todos los procesos de destrucción de los valores europeos vienen de la mano del austericidio, de la vulneración de la legislación sobre refugiados, del tratado de libre comercio con EE UU (TTIP) preparado a escondidas de la población, en definitiva son elementos que van en contra de la construcción de un espacio democrático, respetuoso con los derechos humanos.

Desde un grupo de ciudadanos en Zamora vamos a presentar el Plan B Europa hoy, 11 de mayo, a las 19.30 horas en los locales de la AA VV de San José Obrero (cuesta del Bolón), estará con nosotros Tom Kucharz, periodista e investigador social; licenciado en Filosofía, Sociología y Ciencias Políticas en la Universidad Técnica de Dresden y militante de Ecologistas en Acción. En esta charla hablaremos sobre la rebelión en Europa, el Tratado de Libre Comercio entre Europa y EE UU, conocido como TTIP, y el crimen que se está cometiendo con los refugiados.

Es necesario entender que con todos y cada uno de los pasos que se vayan dando deben ir poniendo los pilares, los cimientos de una sociedad que ponga al ser humano por encima de los intereses particulares de una minoría.