La política es desde siempre "el arte de gobernar". Pero esa definición clásica se queda escasa. También es "el arte de hacer oposición", máxime cuando la oposición en muchas ocasiones tiene más repercusión mediática que el propio gobierno. Siempre se ha dicho que gobernar es difícil, y lo es, pero hacer oposición es tanto o más difícil si se quiere elevar a la categoría de arte, cosa que evidentemente no todos consiguen.

La oposición si es un arte, como el gobierno, hay que ejercerla con moderación, no dar tregua al que manda siempre que puedas mantener un discurso político coherente o puedas acorralar al adversario con documentación. La oposición no consiste en "oponerse", como dicen los simplones, sino en trabar una alternativa creíble ante los ciudadanos que te votaron y ante los que no te votaron.

Pero vayamos a lo concreto, al tipo de oposición que hace el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Zamora con su discurso incendiario y sobreactuado a la vez que renunciando a toda su historia de décadas de gobierno, como si con ellos no fuera nada de la realidad presente municipal. Los partidos tienen su historia a la que ni pueden ni deben renunciar. El Partido Popular ha gobernado los últimos 20 años, hasta junio de 2015. Este periódico tituló hace unos meses que la portavoz del PP me llamaba "machista" simplemente por decirle que ignoraba muchos de los temas del día a día en el Ayuntamiento. Eso es la sobreactuación. Lanza la piedra y deja que luego las redes hagan al resto. En el último pleno los auxiliares del PP lanzaron en twitter que el concejal Miguen Ángel Viñas era un machista por haber dicho en el pleno que "algunos eran capaces de hacer dos trabajos a la vez, como el de concejal o senador", y que él no. En efecto no tiene ninguna relación y solo se trata de lanzar consignas a ver si cuelan en las redes sociales.

No parece que se pueda calificar a nadie de machista por esas críticas políticas. Pero saben que las mentiras repetidas mil veces pueden llegar a convertirse en verdad. Y tal vez sea así, pero en esta ocasión creo que yerran.

Lo mismo ha sucedido con el Plan de Movilidad Urbana aprobado inicialmente en el último Pleno. Venga a lanzar insidias con el único objetivo de tapar sus propias vergüenzas. Ese Plan de Movilidad es un requisito imprescindible para poder cobrar la subvención establecida por el Estado para colaborar en la financiación del servicio obligatorio de autobús que debe prestar el Ayuntamiento. En junio de 2015, al llegar al gobierno comprobamos con estupor que el Ayuntamiento no podía cumplir con los requisitos de esa subvención al carecer de un documento de esas características aprobado en Pleno.

La subvención de 2015 de 150.000 euros se perdió, y por ello nos pusimos manos a la obra para hacer rápidamente el documento. Esa es la pura verdad que trata de ocultar el Grupo Popular lanzando disparos aquí y allá e intentando desviar la atención. Se perdieron 150.000 euros por una grave negligencia del gobierno anterior.

La intención era hacer ese Plan de Movilidad sin mirar al pasado y sin señalar a nadie. Pero ha sido imposible. Lo que no puede aceptarse es que el causante de esta situación ahora recrimine la urgencia y que se hace deprisa y corriendo como si pretendiera provocar que se perdiera de nuevo la subvención. El Plan se realizó a través de un contrato menor de esos que en mandatos anteriores se daban "vistiendo" expedientes con adjudicaciones teledirigidas. En esta ocasión la oferta se mantuvo en la web municipal una semana. En estos momentos las ofertas de contratos menores se envían a las organizaciones empresariales para que las distribuyan entre sus socios. Publicidad absoluta y total.

Sin embargo, el fondo de la cuestión no es ese, ni otros detalles sacados por los portavoces del PP, sino el hecho de que si antes de junio no tenemos un plan de movilidad perderemos de nuevo la subvención del Estado. El PP trata de poner muchas cortinas de humo para que los ciudadanos no vean esa realidad. La adjudicación ha sido correcta y de forma pública, la ORA no se va a ampliar y los viales del norte y su financiación, a los que aluden, no tiene la menor importancia a efectos prácticos. Lo realmente sustancial es que en el 2015 se perdieron 150.000 euros por la negligencia del Partido Popular y que este equipo de gobierno trata de remediar la situación.

Cuando se cometen errores, aunque sean de los compañeros del pasado, lo mejor es reconocerlo y no intentar taparlos con enredos e insidias. Como digo, hacer oposición también es un arte que hay que demostrar día a día. Como la acción de gobierno.