La ciudad zamorana de Toro ha estado en la calle durante la mañana del miércoles 26 de abril para saludar y acompañar a la reina doña Sofía en su visita de inauguración de la XXI edición de Las Edades del Hombre, ya abierta al público y que en La Colegiata y en la iglesia del Santo Sepulcro podrá ser admirada en toda su grandiosidad hasta el próximo mes de noviembre. Una muestra artística impresionante, dedicada al agua como motivo en esta ocasión, Aqva es su denominación, y en la que por vez primera, junto a lo más clásico, se da paso a modernas tecnologías de la imagen. Quienes ya la han contemplado la consideran una de las mejores exposiciones de Las Edades.

La reina emérita, aclamada entusiásticamente por los toresanos en su recorrido por la ciudad, tuvo tiempo de conocer buena parte de las obras que se exponen, 138 en total, a las cuales dedicó sentidos elogios. La acompañaban, ofreciendo las explicaciones pertinentes, el comisario de la muestra, Rivera de las Heras, y el obispo de la diócesis, Gregorio Martínez, aparte de las consabidas autoridades: regionales, con el presidente de la Junta de Castilla y León a la cabeza, provinciales, y locales, con el alcalde de la ciudad, Tomás del Bien al frente, además de toda suerte de políticos -que ya se sabe que estos a todo se apuntan, para salir en las fotos- y otros invitados que quisieron sumarse al solemne acto, por el que Toro ha batallado, salvando obstáculos, desde hace más de diez años.

Lo importante es que se ha conseguido y que aquí está y que puede y debe suponer un hito tanto para Toro, que es un referente de Zamora en el país, como para el resto de la provincia. Porque ahora sí, lo mismo que cuando la capital albergó, en su día, Las Edades del Hombre, la fama y el prestigio de esta magna exposición de arte sacro servirán de impulso importante para la promoción de Zamora y con ello del turismo que desde la ciudad toresana como punto de destino se expandirá previsiblemente hacia otras zonas. Lo necesario es que este impulso, esta inyección de vitalidad, se sepa mantener luego, cuando acabe el año y la muestra cierre sus puertas, no vaya a repetirse lo que ocurrió a en la edición celebrada el año 2001 en la capital donde tras la avalancha de visitantes todo volvió a ser como antes sin que el turismo sirviese de soporte al pleno desarrollo siempre buscado.

La situación es más favorable, porque Zamora ya es más cercana, aparece en los mapas, ha dejado de estar aislada, cuenta con autovías que la enlazan con todo el territorio español y con Europa, y forma parte de las lineas férreas de alta velocidad, todo lo cual la aleja de su vieja imagen de provincia pobre y despoblada, aunque lo siga siendo. Y porque después de Las Edades, se seguirá contando con su gran riqueza histórica y monumental, con sus muchos atractivos de todo género desde los arquitectónicos y artísticos a los pasajes naturales. El obispo de la diócesis, en la inauguración, invitó a todos a saciar la sed de belleza en Aqva, y a que los vecinos de la comunidad, del país y de Portugal puedan disfrutar de esta exposición extraordinaria que va a traer a miles de visitantes a la provincia, en buena hora.