El líder de los podemitas y sus huestes se han propuesto hacer santo a Arnaldo Otegi, y han iniciado el proceso de beatificación en el Parlamento Europeo, en ese lugar que representa todo lo contrario de lo que representa el etarra. Porque Otegi, no nos dejemos engañar, nunca fue un beato, por lo tanto nunca fue, en tiempo pasado y por supuesto también en tiempo presente, un hombre de paz, como Pablo Iglesias, con ayuda de Alberto Garzón, pretende vender en Europa a cuantos quieran escuchar y participar del proceso de beatificación que quieren concluir con la definitiva canonización de quien se presenta como un preso político.

¡Por Dios! No queda tan lejos aquel tiempo en el que el "buenazo" de Arnaldo Otegi, porque si digo directamente lo que pienso de Arnaldo Otegi habrá todavía quien se rasgue las vestiduras, participó en el secuestro y tortura de Luis Abaitua Palacios. No era un político, no era un militar, no era un miembro de las fuerzas del orden, era simplemente el director de la planta de Michelin en Vitoria. Arnaldo Otegi Mondragón y otros siete terroristas más de Eta lo mantuvieron 10 días secuestrado. Lo retuvieron en un húmedo agujero excavado en un monte. Todos los días jugaban con él varias veces a la ruleta rusa.

Y eso lo hacía encantado de la vida y de conocerse a sí mismo quien se autodenomina "hombre de paz" es decir, Otegi. El mismo que no ha condenado todavía a Eta. El mismo que califica de "refugiados" a los etarras huidos, todos ellos con delitos de sangre, con la sangre de niños, mujeres y auténticos hombres de paz manchando sus manos de vergüenza. ¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar las ínfulas de este torturador y asesino? ¿Cómo es posible que el Parlamento Europeo le haga un hueco y escuche las infamias y las mentiras de semejante espécimen? Ni que lo diga Podemos ni que lo diga Izquierda Unida. ¿Qué sabrán estos cantamañanas del sufrimiento, del dolor, de la congoja, de la pena de tantas familias españolas destrozadas por una bomba de Eta o un tiro de Eta? No pueden ocultarlo, conocen al dedillo las canalladas de su amigo Otegi.

Estos son los que quieren gobernar España para hacer a algún etarra ministro y a Otegi lendakari. ¡Cabritos! La dignidad de las víctimas del terrorismo etarra está por encima de estos y de los que son como estos. Espero y deseo de todo corazón que los españoles de bien no se sigan dejando engañar por esta gentuza que se mofa de las víctimas, que se les llena la boca de paz pero que se han mostrados incapaces de condenar a Eta y a su amigo Otegi. Recuerdo que a raíz de la desgraciada muerte del hijo de Julio Anguita, el padre, preso de dolor y de rabia, maldijo las guerras "y a los canallas que las hacen". Como el terrorismo no le tocó nunca de lleno, a Dios gracias, aunque no crea en Dios, se muestra muy tibio a la hora de condenarlo. Pues bien, ¡Maldito sea el terrorismo y los canallas que lo hacen! ¡Malditos sean quienes bendicen a los terroristas, los apoyan y defienden! ¡Malditos sean todos ellos!