Esta semanita vamos a tener que ir cambiando los lemas y pancartas para el primero de mayo en el que, salvo sorpresa de última hora, los trabajadores saldremos a la calle sin saber a quién achacar los problemas, ni a quién dirigir las reivindicaciones. Sin gobierno conocido o por conocer.

Porque celebrar el Día del Trabajo sin gobierno a quien exigir la defensa de los derechos laborales y de los servicios públicos que se financian con los impuestos del trabajo resulta tan extraño, que ni siquiera las referencias a la patronal van a poder corearse -"Obrero despedido, patrón colgao"- cuando la gran mayoría de los empresarios ya ha colgado el cartel de "se cierra, se vende, se traspasa, se alquila", y andan de capa caída cerrando negocios que ya no lo son, y pendientes como los trabajadores de ver si al final habemus presidente, vices, ministros y gobierno.

Quedarán totalmente obsoletos algunos lemas clásicos de las manifestaciones, además del título de este artículo "Gobierno dimite" (es que decimos Gobierno y nos entra la risa). Como los siguientes:

"Con este gobierno, vamos de culo", por razones obvias. A no ser que lo cambiemos por "sin tener Gobierno", algo casi imposible porque ¿alguien se cree que estamos peor sin Gobierno que con los que hemos conocido?

Por la misma razón tampoco podemos cambiar empleo por Gobierno en el lema "Sin empleo no hay futuro", y menos aún otro de los de siempre "Así, así, ni un paso atrás, contra este Gobierno (risas) huelga general".

Otros sí pueden adaptarse con sentido y ser reconocibles:

"Arriba, arriba, arriba, menos Gobierno (más risas) y más luchar, que se metan por el culo, que se metan por el culo... la campaña electoral".

"Hace falta ya un Gobierno, un Gobierno, hace falta ya un Gobierno de izquierdas". O un Gobierno "popular", pero del pueblo.

Los hay que con las circunstancias políticas han adquirido nuevo sentido. Destacan los dirigidos a los diputados: "El próximo parado, que sea un diputado", por premonitorio; y "Tu salario y tu pensión no se defienden en el sillón", o sea, en el escaño.

Y los que parecen aludir a los pactos, "Entre rosas y gaviotas nos toman por idiotas", y "Hay que recortar al Partido Popular".

Y finalmente están los de siempre que, hasta sin Gobierno, tienen plena vigencia.

Los críticos con la corrupción: "Hay dinero para Rato", y para muchos más; "No a los paraísos fiscales de artistas y deportistas". Actualizado con ironía: Panamá, Panamá, Panamá te quieero...

Y otros que, al final, siguen dando sentido a la celebración del 1 de mayo en todo el mundo, manteniendo el espíritu de reivindicación, "Trabajo estable, digno y con derechos"; y de lucha, "Que viva la lucha de la clase obrera".

Como el 23 en Villalar, los parados, despedidos y las empresas en crisis o a punto de cerrar también saldrán a la calle, si no frente al Gobierno inexistente sí al menos para unirse en la solidaridad de los trabajadores que, con o sin gobierno, son los que pueden cambiar el mundo, de base.

Mi mensaje para el 1 de mayo a quienes nos representan: "No somos electores, somos trabajadores".

Y que escuchen las reivindicaciones que en esta semana, de Villalar al 1 de mayo, han seguido sonando en las calles, por más que algunos partidos políticos no hayan oído más que su propia ambición.

Y que sigan escuchando al pueblo en la calle porque "Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir".

Aquí ya se escucha la voz de la tierra cercana: "Zamora, puerto de mar". Un mar de trabajo con derechos. Un sueño.