Parece ser que era competencia del rey, como otras muchas prerrogativas, designar el número de regidores que tenía que haber en cada Ayuntamiento. El rey Felipe IV, en septiembre de 1661 decidió aumentar el número de regidores que tenía que haber en nuestra ciudad; no sabemos el número exacto al que llegaron entonces los ediles en Zamora, pero sí tenemos noticias de que hubo conflictos por falta de capacidad en los lugares a los que concurrían en Corporación.

Por ejemplo, cuando se celebraban corridas de toros en la Plaza Mayor los regidores no cabían en el corredor del Ayuntamiento y, al parecer había protestas y hasta se pegaban porque todos quería colocarse para ver la fiesta de "gorra".

Por aquella época, concretamente el 18 de septiembre de 1661, se celebró con gran pompa y fastuosidad el traslado de los huesos de san Cucufato que se guardaban en la iglesia de Santo Tomé a la capilla del Consistorio y para solemnizar tan importante acontecimiento se organizó una corrida de toros que tuvo lugar en la propia Plaza Mayor, se adornó esta con colgaduras y otros ornamentos en la zona donde habría de colocarse la presidencia.

De los pormenores del desarrollo de la corrida no es preciso hacer comentario alguno, que queda para los expertos en tauromaquia. La reseña de aquellos tiempos deja constancia de que la corrida fue emocionante y llena de incidentes, pues hasta los regidores, que estaban embanastados como sardinas en el corredor, anduvieron a morterazos para colocarse en tan escaso espacio.

A propósito del monarca que decidió aumentar el número de regidores, cabe la duda de que fuera el propio rey el que tomara tal acuerdo o tal vez sería el valido condeduque de Olivares, puesto que don Felipe andaba tan atareado con sus pasiones sexuales que casi no tenía tiempo para la gobernación del reino.

Se dice que tuvo 46 hijos y que solo trece fueron legítimos de los dos matrimonios que realizó, primero con Isabel de Borbón y después con Mariana de Austria. De la relación extramatrimonial con la actriz María Inés Calderón "La Calderona" nació don Juan de Austria, que se convertiría en una de las figuras políticas más importantes del reinado de su hermanastro Carlos II.

Digamos también que "La Calderona" ingresó pocos años después del parto en el monasterio de monjas benedictinas de San Juan Bautista en Valfermoso (Guadalajara), y fue abadesa entre los años 1643 y 1646.