Poco podía imaginar Miguel de Cervantes cuando escribió el famoso Don Quijote de la Mancha que sus gigantes y molinos iban a reflejar en pleno siglo XXI la deriva en la que esta sumido el Partido Socialista en la provincia de Zamora.

Al igual que el ingenioso hidalgo, pero con mala idea, los socialistas zamoranos tratan de confundir a la opinión pública con unos gigantes que solamente están en sus mentes opositoras y destructivas, que en nada contribuyen a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los zamoranos.

No solo el PSOE nacional ha perdido el rumbo y el norte con un Pedro Sánchez movido únicamente por sus ansias de poder al precio que sea . En Zamora, sus compañeros en algunos casos hacen oposición a la oposición, como en el Ayuntamiento de Benavente; en otros son meras comparsas ante la utilización partidista de las instituciones por parte de Izquierda Unida para promover proclamas radicales, como en la capital zamorana; y en otros, se inventan polémicas dónde no existen y apuestan por la ceremonia de la confusión absoluta, como es el caso de la Diputación Provincial.

Los más grave en este último caso es que los socialistas tras inventarse una polémica ficticia en torno a la accesibilidad y las barreas arquitectónicas del Ramos Carrión, para lo cual no le dolió en prendas utilizar a una persona con capacidades físicas limitadas, ahora vuelven a la carga acusando a la institución provincial de falta de transparencia cuando ésta cuenta con una nota de notable alto y con visos a mejorar esta calificación próximamente.

La Diputación Provincial no solo cumple con la ley de transparencia puntualmente, sino que también atiende las exigencias de la organización no gubernamental independiente transparencia internacional, por más que los socialistas zamoranos se empeñen en enfangar lo que está claro y es transparente. Otro caso de gigante, donde solo hay un molino que cumple con sus funciones puntualmente.

Alejados de la realidad del mundo rural zamorano, los socialistas siguen sin interesarse por las verdaderas necesidades y preocupaciones de los ciudadanos. Siguen sin pisar el barro y así les va.

Siguen con sus fantasías de gigantes y molinos, atrancados en su oposición poco constructiva y en sus ansias de tocar poder, al coste que sea, y a costa de los ciudadanos.

Y para más colmo entorpecen en todo lo que pueden el normal funcionamiento de la Diputación, una administración en la que no creen, pero de la que puntualmente cobra el grupo de diputados del Partido Socialista y su liberado. Eso sí acuden a ella solo para meter el dedo en el ojo de las administraciones en las que no gobiernan. En definitiva, no son coherentes con sus ideas, aunque esto no sorprende ya a nadie a estas alturas. Estamos acostumbrados a sus incongruencias.

La labor de oposición en cualquier institución es necesaria y útil siempre que sea para sumar y no para torpedear la labor de Gobierno, con independencia del partido político que gobierne en cada caso.

Por eso, mientras los socialistas ven gigantes que les atemorizan donde solo hay simples molinos que cumplen fielmente con los trabajos para los que han sido diseñados, desde el Partido Popular vivimos pegados a la realidad y trabajamos porque los zamoranos tengan cubiertas todas sus necesidades y servicios básicos. Y así seguiremos, haciendo oídos sordos a los inventos de los socialistas.

Eso es lo que nos piden los ciudadanos que han depositado en nosotros la responsabilidad de luchar por la provincia, No los defraudemos. Al menos el Partido Popular está por la labor de trabajar por y para las personas, las que nos han votado y también los que no lo han hecho.

Largo lo fiamos si esperamos que los socialistas cambien.

(*) Vicepresidente segundo de la Diputación de Zamora