Las Unidades de Aerostación Militar fueron precursoras del Ejército del Aire. Mucha gente no conoce que los pioneros de la Aviación militar fueron los del Arma de Ingenieros, a quienes se le encomendó el Servicio por Real Decreto de 24 de diciembre de 1884 para la utilización de globos y dirigibles con fines militares.

Traer este comentario a esta página de interés zamorano es debido a la noticia que leí en la prensa de hace cien años, en la que se decía que venían a Zamora fuerzas de la Unidad de Aerostación Militar para llevar a cabo prácticas aerostáticas en nuestra ciudad, ejercicios que en aquella época se consideraban un notable progreso de la navegación aérea.

Se trataba de realizar en el Campo de los Cascajos (hoy conocido como el populoso barrio de Los Bloques) unas maniobras consistentes en la elevación de globos cautivos pilotados por militares y desde aquellos artilugios observar el horizonte y proyectar estrategias de guerra. Decía la noticia: "Se realizarán ascensiones en razón de la mayor calma atmosférica, de siete a once de la mañana y de cinco a siete de la tarde. Los oficiales pilotos y los aspirantes se elevarán en el globo "Alfonso XII", tipo "Parceval", hasta seis o siete veces cada día a la altura que los estudios requieran, doscientos, quinientos o más metros. Será muy interesante presenciar las maniobras del globo cautivo, los ejercicios de los soldados que sostienen las cuerdas de la polea que regula la suelta del cable, la elevación y el descenso del extraño y original globo"

Ver en Zamora, en aquellos tiempos, una demostración de tal magnitud constituía una importante novedad que la prensa resaltaba para que nadie se perdiera el espectáculo gratuito y al aire libre. Todavía no habían comenzado a volar los aviones y faltaba tiempo para los vuelos supersónicos. El rey Alfonso XIII realizaba su primer vuelo en globo sobre Madrid el 7 de febrero de 1913, aunque ese mismo año se adquirían los primeros aviones tipo "Farman" que se destinaron a la Base de Cuatro Vientos (Madrid) creándose también la Dirección de Aeronáutica con dos ramas: Aviación y Aerostación. Luego llegaría el vuelo del "Plus Ultra" entre Palos de Moguer y Buenos Aires, en 1926, que supuso la gran hazaña de cruzar el Atlántico Sur en un hidroavión cuya tripulación la componían el piloto comandante Ramón Franco, el capitán Julio Ruiz de Alda como observador, el teniente Durán como observador de la Armada, y el cabo mecánico Pablo Rada.