En el día de ayer se dispararon los bulos. Leía un titular que decía: "Francisco Guarido cancela las peñas de San Pedro". Ya me extrañó que un periódico utilizara el verbo 'cancelar' refiriéndose a que yo pretendía supuestamente suprimir las peñas en las Ferias de nuestra fiesta grande. El titular que aparecía en el supuesto Facebook de LA OPINIÓN-EL DE ZAMORA, y que resultó falso, ayer estaba escrito a todas luces por un chiquilicuatre, pero lo que es más grave, me enteré a los pocos minutos que estaba escrito por un delincuente. Porque eso es el autor de quien urdió simular una noticia de este periódico, clonando todos los aparatajes identitarios de cualquier medio de comunicación, y conseguir colgarla en su Facebook como noticia real cuando en realidad era una burda mentira.

"Hackear" una web de un medio de comunicación, o de cualquier otro titular, es un delito. Pero además en este caso tiene un plus de responsabilidad, ya que se intenta manipular a la opinión pública, que tiene derecho a una información veraz, lo que atenta gravemente contra la democracia y la libertad. Sí, las redes sociales tienen ese peligro, y no se pueden poner puertas al campo. Pero el daño social que las manipulaciones de las redes provocan en estas ocasiones, nos llevarían a hablar no de "redes sociales", sino de "redes mafiosas". Que algunos sectores quieran cargarse a este Gobierno de izquierdas en el Ayuntamiento me parece legítimo; pero por la vía de la mentira nunca se logra. A los autores de estos delitos que persiguen deteriorar la imagen de este Gobierno y la mía en particular, les recomiendo humildemente que hagan lo que hizo IU en el Ayuntamiento durante décadas: no mentir nunca, ni manipular y, aunque te puedas equivocar, actuar siempre con humildad reconociendo los errores cometidos.

Las peñas de San Pedro deben estar tranquilas, nadie las va a "cancelar". Desde hace meses venimos trabajando desde la Alcaldía y las Concejalías de Cultura y Juventud en lo que desde el principio de los tiempos de las peñas en esta ciudad se debió hacer, a saber, una mínima regulación basada en el sentido común, la lógica y el interés general, para que sean compatibles los derechos de unos y de otros. Tenemos que conseguir una convivencia pacífica entre los distintos colectivos de la ciudad, sean peñas, sectores de hostelería, o gente que desea pasear de forma tranquila. En una ciudad como Zamora todo el mundo cabe. Tranquilizadas las peñas, no debemos dar tregua a los delincuentes que usurpan la titularidad de medios de comunicación como este para mentir, manipular y delinquir. Soy consciente de que escribo sobre algo que no se ha publicado en el papel o en el digital de La Opinión-EL CORREO de Zamora, sino solo en una supuesta cuenta de Facebook que resultó ajena al periódico, y que tan solo estuvo durante un tiempo, porque los directivos del diario actuaron diligentemente anulando el contenido del enlace. Ello pudiera dar todavía más pábulo a difundir lo que ellos pusieron respecto a las peñas de San Pedro. Pero no podemos mirar para otro lado.

Ya circulan por los mentideros quién está detrás de estos delitos y de otros parecidos respecto de comentarios que se hacen en las redes sociales sobre algunos cargos públicos. La mentira tiene las patas cortas. Pero debemos colaborar con el sistema democrático denunciando estas prácticas desde nuestras posiciones.

Las mafias en las redes son tan perniciosas sobre la comunicación y la transparencia como la corrupción sobre el sistema político. En fin, hoy por hoy el flanco más débil está en la gente honrada que actúa siempre con honestidad. Por desgracia, este tipo de delincuencia que, en el fondo y en este caso concreto, persigue hacer daño a un equipo de Gobierno, tiene maneras de manejarse con impunidad y con el amparo del anonimato.

Por eso debemos perseguirlos dando la cara y denunciando donde corresponde.