Ciudadanos es un partido urbano y urbanita. Cuenta con implantación en medianas y grandes ciudades. En el medio rural, ni por asomo. Su líder no tiene ni la más remota idea del funcionamiento de las localidades pequeñas, de sus necesidades, de sus agobios y de su realidad. De ahí su empecinamiento en que hay que suprimir las diputaciones. ¡si no sirven para nada!, dice e insiste machaconamente Albert Rivera. Lo planteó en su programa electoral con un desconocimiento supino. Y lo metió, sin necesidad de calzador, en el acuerdo firmado con el PSOE. Socialistas y Ciudadanos unidos en torno al futuro de estas instituciones. Unidos, hasta que los barones del PSOE reaccionaron y dijeron que "nones", que las diputaciones son un bien común, hasta el punto de que Pedro Sánchez ha sufrido varios "olvidos" al respecto para incomodidad de sus socios.

Ciudadanos nunca ha pisado el suelo de la realidad, nunca ha bajado al terreno, no conoce el medio rural. Si así lo hiciera cambiaría su percepción al respecto de estas corporaciones, porque las diputaciones desempeñan un papel importante en un buen número de provincias, entre ellas Zamora. Se puede estar de acuerdo o no en su eliminación, lo que no se puede obviar es su necesidad, ¿qué otra institución puede prestar la multitud de servicios que a día de hoy prestan las diputaciones? Que se supriman donde no hagan falta por otro tipo de razones y no precisamente políticas, pero que se dejen seguir funcionando allí donde su desaparición conllevaría multitud de problemas. Si la Diputación de Zamora fuera de izquierdas, aquí, no se estarían planteando estás y otras cosas.

Quieren cambiar las diputaciones por entes desconocidos que en realidad tendrían funciones iguales o parecidas. Esto no es serio. No consiste en cambiar de nombre, consiste en admitir el trabajo que desarrollan en infinidad de provincias, unas gobernadas por el Partido Popular, otras gobernadas por el Partido Socialista y todas igual de necesarias para el desarrollo provincial. Ciudadanos ni huele el aire del campo. Ciudadanos y Podemos son dos partidos urbanos, de asfalto, que no tienen ni la más remota idea de lo que se cuece en el medio rural, de ahí su presión constante y sus críticas acerbas sobre lo innecesario de estas corporaciones, lo que demuestra de forma lamentable la escasa o nula atención que han prestado a nuestros pueblos y a la gestión del territorio. Quieren formar parte del club de inventores sin darse cuenta de que todo ya está inventado. No se trata por lo tanto de darle la vuelta, se trata de apoyar lo que está bien, mejorándolo, siendo como todo es susceptible de ser mejorado. El peso del voto urbano es mayor que el peso del voto rural. Las diputaciones desempeñan un cometido que no se puede despreciar. ¿Que hay corrupción...?, también en ayuntamientos y comunidades autónomas y, oiga, qué curioso, nadie ha pedido su supresión.