Me he quedado perpleja al leer el artículo que publica LA OPINIÓN-EL CORREO el día 7 de marzo de 2016 donde el señor presidente del colegio de logopedas de Castilla y León hace una serie de alusiones descalificando la foniatría y en particular a la médico foniatra de Zamora.

Ante la pregunta del periodista de si conoce el problema que ha dado lugar a la sentencia judicial que anula la Unidad de Foniatría del CAZA; al parecer, el representante del colegio de logopedas de Castilla y León realiza la siguiente afirmación: "Nuestra compañera estaba de acólito de la foniatra del hospital Virgen de la Concha, la traía por la calle de la amargura, no le dejaba hacer diagnósticos ni exploraciones". Esto es algo que falta totalmente a la verdad, es inexacto e injurioso. Es una información gratuita que atenta contra el honor de la médico foniatra como profesional y como persona. Si bien no se menciona el nombre, al existir una sola profesional desempeñando ese trabajo es fácilmente identificable y reconocible por toda la población zamorana y personas que lean su periódico.

No es la primera vez que la logopeda del CAZA realiza este tipo de acusaciones hacia la médico foniatra y ahora, al parecer, las recoge y hace suyas el presidente del colegio de logopedas de la región. Al respecto, han existido varias sentencias judiciales donde siempre se ha exonerado a la médico de realizar las prácticas de las que la acusa la logopeda del Sacyl zamorano.

A fin de ser breve, me atendré exclusivamente a la sentencia del TSJ de Castilla y León de lo Social. Recurso de suplicación 771/2014. Con respecto a la petición de la logopeda del CAZA contra la médico foniatra indicando que "se ponga fin al trato de menosprecio personal y profesional recibido por parte de la responsable de Foniatría". El TSJ refiere que "en el relato de hechos probados" han encontrado que la logopeda ha presentado "diversas peticiones, comunicaciones y denuncias contra la médico foniatra; ante la dirección de Enfermería del H.V.C., ante la Consejería de Sanidad de Castilla y León, ante la Gerencia de Atención Especializada de Zamora y ante la Inspección de Trabajo" (y por lo que se deduce de su artículo, ahora también, en el colegio de logopedas de Castilla y León). El TSJ de lo Social dictamina: "no constatamos la realidad de un trato de desprecio por parte de la médico foniatra hacia la actora" (logopeda); es más, en el hecho probado séptimo la magistrada nos informa que con motivo de la denuncia presentada el 3 de junio de 2011 ante la Consejería de Sanidad de la Junta de CyL. ? la directora general de Recursos Humanos concluye que la actuación de la médico foniatra en relación a los hechos que se le imputan era "irreprochable tanto en el ámbito estrictamente profesional como en el ámbito de las relaciones personales enmarcadas en la relación laboral". Por lo que el TSJ no da por probado ningún dato que evidencie la realidad de las acusaciones referidas por la logopeda en cuanto al maltrato personal y profesional inferido por la médico foniatra. En suma, rechaza la pretensión de la logopeda en cuanto a la existencia de acoso o realización de mala praxis por parte de la médico foniatra.

Por alusiones, considero que esta carta debe publicarse y es mi deseo y así quiero hacérselo saber que, en lo sucesivo, finalicen todo tipo de críticas, injurias, faltas a la verdad y al honor de esta profesional médico en su periódico LA OPINIÓN-EL CORREO, sea quien sea la persona que las profiera porque está demostrado judicialmente que son falsas.

Reciba un cordial saludo.

A 8 de marzo de 2016 ( Día de la Mujer Trabajadora)

M.ª Elvira Santos Pérez (Zamora)