De arriba se nos dice una cosa y por abajo se nos comenta otra distinta; parece que no nos dejan olvidar que ya hemos pasado carnavales, que no todo está permitido .

A quien dentro de poco probablemente puedan arrancarle los botones de su traje por guaperas y tal es a don Pedro Sánchez. Le tienen manía muchos competidores políticos. Sería una verdadera pena porque creo que es buena persona y su esfuerzo le habrá costado serlo, además de hombre bastante elegante, y fino donde los haya. Parece especialista en buenos modales y en interpretaciones ilusas o ilusorias. Hasta puede ser que en sus horas libres de relajación familiar se dedique a la pintura surrealista en el patio o en su jardín, pero en sus tiempos libres, porque lleva más de un par de semanas largo ajustando el reloj de su elección como presidente o primer ministro de España en un Gobierno socialista, y no se salen bien las cosas al parecer. Será porque le faltan algunas pinceladas de acrílica o de delineación. Vete a saber si en algo influye o no que el rey Felipe VI esté casado con la reina Letizia, de la estirpe de los Ortiz, y aseguran los cotillas de la corte que algo cercana en lo ideológico. ¿Tendrá esto algo que ver? ¿Será posible ello, que diría Tip?

Asimismo, seamos sinceros, en las Cortes españolas actuales, por mucho que se nos quieran vestir de faralaes y peineta las cosas, hay tantos modos de entender la política como sillones se colocan en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo detrás de los leones de bronce de la entrada, eso sí, siempre a puerta cerrada y con cortinajes de terciopelo o raso fino.

Y ya que ha empezado Cuaresma, los cilicios se han puesto como de moda y los señores y señoras políticos y políticas ponen cara de suficientes y sufrientes buscando algo a lo que aferrarse en estos aciagos, para ellos y ellas, momentos de incertidumbre equinoccial. ¿Conseguirán hablar en serio por fin Rajoy y Sánchez y llegar a algo concreto? A lo mejor hasta salta la sorpresa y ¡zas!, se ponen de acuerdo en algo sublime. "¿Será una rosa? ¿Será un clavel? Tal vez mañana te lo diré" o en el mes de mayo próximo; y ahí acabará todo.

Se van afilando, por si acaso, las navajas en las interioridades de los partidos y partidas y se saca punta a los alfileres dialécticos (una buena puya preparada -aseguran- siempre viene bien tenerla a punto). Algún provinciano nostálgico viene a recordar de vez en cuando en los medios a Ana Belén, a Johnny Holliday, a Juan Bau, a Camilo Sesto y a Patxi Andión, de los años 70 y lo bien que cantaban en aquel entonces, dicen, pero es que cualquier tiempo pasado fue mejor, como sabemos por los abuelos? Nostalgias vanas. También sonaban bien Felipe González y Alfonso Guerra. Es entonces que no acechaban tantos peligros de interpretación. Para ellos y para muchos, las cicatrices no siempre son tan importantes. Madrid y los que lo vivieron y todavía pueden vivir a pesar de todo y viven holgadamente quieren recordar hoy todo lo que se luchó y se sufrió antes y lo bien que fueron las cosas en los momentos tan difíciles y amargos de la Transición, tanto como son los de ahora. O más? ¿Quién podrá decidirlo?

La verdad es que, bien mirado todo, hoy se ven pocas dimisiones en general, que sería lo suyo, en las circunstancias que vivimos. "¡Hasta ahí podíamos llegar! ¿Todavía no hay Gobierno y ya pedimos dimisiones de todo tipo?, ¿qué será cuando lo tengamos?" Y es verdad, si se plantea así.

Para torear bien estos morlacos actuales algunos deberán cortarse la coleta y conste que no se piensa en particular, que encosa de pelos bastante tiene el humano con tenerse que duchar y secar y peinar cada mañana. Hay mucho hipersensible por ahí con lo que ocurre, sea íntimo o público, y sobre todo con los pactos, secretos o no?, pero ¡ojo!, que los pactos los carga el diablo. Y no hay quien se fíe a estas alturas del invierno?