Ante Hacienda y ante la Ley. Y cuando digo todos, es que somos todos, también los aforados, me refiero obviamente a quienes calientan escaño en el Congreso y en el Senado. A cada cosa y a cada quien se está empezando a ponerlos en su sitio, en el que les corresponde. Unas veces para bien y bastantes para mal, dado el grado de corrupción que se soporta en España. A la hermana del rey don Felipe, las magistradas que presiden el Tribunal que juzga el "caso Nóos", le han negado la doctrina Botín. Por lo tanto la infanta doña Cristina seguirá en el banquillo. Ha sido un duro revés para ella y la familia y para el propio abogado defensor, Miquel Roca que no ha hilado muy fino y por lo tanto no ha medido las consecuencias.

Tengo la sensación de que dependiendo de la persona o el personaje de que se trate, en España se producen ciertos linchamientos mediáticos y sociales. Van cayendo todos. Los Bárcenas, los Rato, los Gürtel, los de Malaya, los de la "Taula" valenciana, los de los Ere de Andalucía que todavía va a dar mucho de sí pero, oiga, Jordi Pujol y sus vástagos y Artur Mas que hicieron del 3% una ley, siguen tan "a gustito" en sus casoplones y masías, como si con ellos no fuera la vaina de la corrupción cuando en realidad, ellos solitos superan con creces cualquiera de los casos que cito más arriba.

Lo de la corrupción en Cataluña ha sido peor que vergonzoso. Y ni allí ni aquí se ve a la judicatura con los necesarios arrestos para empezar a juzgar y enchironar al clan Pujol al completo y Artur Mas, junto a otros cuyos nombres no tardarán en salir. ¿A santo de qué el afán por enrocarse de Mas? Pues porque como aforado, hay que andar con suplicatorios y otras zarandajas en caso de posible juicio. Ahora tiene el letrero de libre. ¿A qué se está esperando política y judicialmente para proceder? Porque mientras estos no caigan eso de que todos somos iguales ante Hacienda o la Agencia Tributaria y ante la Ley, no será cierto.

Los que se acostumbran a linchar, que en este país son muchos, ya tienen a la infanta Cristina donde querían. ¿Por qué esa demora con los Pujol? Nadie se lo explica. Esta familia ha cometido fechorías varias a diario durante muchísimos años y siguen ahí, tan campantes como si fueran los honorables que nunca fueron. De seguir así no se podrá dar por bueno el eslogan de "Hacienda somos todos" porque a la Hacienda pública le birlaron todo lo que pudieron y Mas, la engañaron, la ningunearon y ni hacienda, ni Gobierno, ni linchadores, ni judicatura están obrando con la prontitud y la rectitud que cabe esperar de todos ellos. La política no puede cobijar a gente ruin y despreciarle. La política no puede ser una guarida para delincuentes de todos los calibres. La política tiene que desprenderse urgentemente de cualquiera del que se sospeche que tiene una mácula, por pequeña que sea, de corrupción.

¿Para cuándo dejan a los Pujol? España entera espera impaciente el momento. Es la forma de que, en verdad, todos seamos iguales.