A ver si la Junta de Castilla y León hace realidad pronto esa convocatoria para contratar a más profesionales sanitarios, porque el déficit se hace cada vez más patente debido a las carencias y precariedades que arrastra el sistema en la región, justo desde que las autoridades de la salud pública impusieron las políticas de ahorro y austeridad? para los demás. Como consecuencia, una nueva protesta ante la Consejería correspondiente en Valladolid, con representaciones de todas las provincias.

Las reivindicaciones además de diversas son muchas y viejas, las de siempre, especialmente las de los últimos tiempos. Unas reivindicaciones que llevan implícitas y expresas las quejas también de los usuarios, de los pacientes, habitualmente trasladadas a médicos y enfermeras. No puede ser que sobre todo en los núcleos rurales, la gente vaya al consultorio de atención primaria y no sepa qué médico le va a atender, ni cuánto tiempo tardará en llegar hasta el especialista o la prueba diagnóstica, o hasta la mesa de operaciones. Es un asunto prioritario y urgente contratar más profesionales, disponer de más medios y recursos y actuar sobre las reivindicaciones de las que son portavoces los sanitarios que protestan.

Lo de los medios, y en especial los medios tecnológicos, corre tanta prisa como la contratación de más personal. Es precisamente otra de las peticiones enarboladas: que funcionen bien los sistemas informáticos. Y es lo menos que se puede pedir. Raro es el paciente que no ha sido testigo de cómo un médico se siente impotente ante los fallos de su ordenador, sean de una forma u otra, desde los cuelgues y bloqueos a historias clínicas incompletas pasando por dificultades incomprensibles para emitir recetas, problemas que obligan a desplegar todos los recursos y que no siempre se solucionen.

Tarde y mal, así ha sido instalada y así está funcionando según los titulares de muchos consultorios de la provincia zamorana, la informática. A trompicones, además, aunque se entienda que no pueda hacerse todo a la vez dada la complejidad del sistema. Pero es que Castilla y León es ya la última en adaptación de recursos fáciles y favorables tanto a los profesionales de la sanidad como a los enfermos, caso de la tarjeta electrónica que permite agilizar notablemente el despacho de recetas, algo que se anunció como seguro para comienzos del año pasado y aún se continúa esperando. Al respecto se apunta que una de las causas del gran retraso sea precisamente la debilidad de la tecnología informática que se utiliza.

Una novedad es que se va a implantar a partir del mes próximo un nuevo sistema de bajas laborales que parece racional y positivo para todos por cuanto reduce las visitas a los consultorios para su renovación o conseguir el alta. Incluso las bajas de menos de cinco días se llevarán a cabo en la misma visita. Es muy importante esto de reducir el número de pacientes en las consultas para lograr una atención más ágil, fluida y eficiente. Y a ello contribuirá igualmente la tarjeta electrónica que evitará el desplazamiento de enfermos crónicos a por sus recetas. Hay que animar a Sacyl a hacer un esfuerzo para mejorar.