Se anuncia el esperado gran congreso sobre turismo de ese inmenso territorio que comprende la zona baja de la margen derecha del Duero que se inicia justamente junto a la zuda de las aceñas de Olivares, aún con más precisión, en los restos del puente romano de Zamora.

Estas tierras privilegiadas por sus valores necesitan un reconocimiento. Atesoran una geografía singular, paisajes muy atractivos y un inmenso material acumulado a lo largo de varios milenios de historia, inmenso monumento histórico que recoge detallados atractivos de la cultura popular, llámense indumentaria o gastronomía. Todo unido y enlazado en unos calendarios festivos con valores arraigados que constituyen auténticas rutas espirituales de devociones que no han respetado las limitaciones territoriales impuestas a pueblos hermanos injustamente separados. Un tema que el fenómeno contemporáneo del turismo parece querer romper para acercarnos con la verdad como bandera y la esperanza como meta, aún conservando como recuerdo histórico esas marras o mugas que, junto a santuarios y ermitas señalan etapas y marcan sendas de soluciones siempre deseadas.

El programa de ese congreso turístico o transfronterizo abre, de par en par, las puertas de esas inmensas posibilidades que, desarrolladas desde la escuela como base y fundamento debe enseñar las páginas de una historia común siempre ignorada.

El congreso estudiará y dejará perfectamente trazadas las rutas temáticas a lo largo del territorio transfronterizo. Será una oportunidad para disfrutar de todo un legado histórico.