La primera forma de desintegrar al PSOE es pactando un acuerdo para que siga mandando el PP. Los socialistas no vamos a caer en la trampa de que tenemos muchas cosas en común con el PP, como el modelo de Nación-Estado y lucha contra el terrorismo. Sea cual sea el origen, la denominación y la forma en que se presente, para esas cuestiones, el secretario general, Pedro Sánchez, ya ha ofrecido nuestra adhesión incondicional y no es necesario recordarlo cada minuto. Es una lealtad libre, sincera y total. El PSOE en sus 136 años de existencia no le ha fallado nunca a los españoles y no ha tenido que "hablar catalán en la intimidad" ni definir a ETA como "Movimiento de Liberación del Pueblo Vasco". Así es que, aparte las diferencias de entender el Gobierno como una forma de crear una sociedad más justa y equitativa, tenemos un pasado que es interpretado por todo el mundo, incluso por muchos adversarios políticos, de garante de las libertades, de limpieza y lealtad a España.

La segunda forma de desintegración es tragarnos la píldora del referéndum de Podemos, si esta formación política prefiere la copia antes que el original dentro del electorado de la izquierda ya veremos cuánto tiempo aguanta la presión de muchos de los votantes moderados de la formación. Esa propuesta ha recibido críticas por ser inapropiada y políticamente peligrosa. La demagogia hacia delante es muy aventurada y tendrá muy difícil seducir al electorado que le ha dado ahora el tercer lugar en el número de escaños parlamentarios.

Aunque el electorado de izquierdas esté movilizado, sigue siendo muy escéptico respecto a las capacidades de la izquierda del 15M para gobernar en todo el país, su programa no ha demostrado que pueda resolver ninguno de los problemas que en el pasado han provocado el fracaso de las políticas ultraliberales y esta esperanza "no está ni se le espera".

Desde el pasado 20D todo ha transcurrido como se esperaba porque los españoles se niegan a dar un cheque en blanco al PP, no hay ninguna esperanza de que pueda presentar un programa creíble alejado de los recortes y de la corrupción. Este partido ha recibido, sin duda, un fuerte castigo por lo que se merece, al menos, una legislatura en la oposición para digerirlo.

Tercera forma de desintegración, a los barones y baronesas del PSOE les pediría una mayor reflexión a la hora de emitir sus opiniones. Aparte la minoría de extremistas mesiánicos, hay bastantes elementos políticos que preferirían vernos desesperados, algunos medios de comunicación tienen un problema moral con la libertad de expresión, pero incluso muchos que no lo tienen no comprenden que mientras no haya un socialismo potente a nadie le va a ir bien en este país. El hecho de que haya personas descontentas con el PSOE no significa que hayan encontrado un líder en la izquierda que merezca que lo sigan. La metáfora de "asaltar los cielos" es una bella expresión literaria de Las mil y una noches (alf al-laila wa laila) espíritus fantásticos, magos y lugares legendarios.

Mi querida baronesa, los socialistas de más arriba de Despeñaperros no somos diferentes, no olvides nunca que los que ahora intentan elevarte al altar de las vestales si algún día lo consiguen, serán los primeros en encontrar la aguja en el pajar.