Queridos Reyes Magos: Han pasado 365 días desde que me dirigí a vosotros por última vez y aquí estoy de nuevo. Como en años anteriores, quiero contaros varias cosas y, ya de paso, pediros algún deseo, que no será para mí, sino para Zamora. Empezaré con lo primero, aunque imagino que estáis al tanto de lo que sucede en estas tierras: perdemos población, las defunciones superan a los nacimientos y ocupamos los últimos lugares de España en desarrollo económico. Para colmo de males, los efectos de la maldita crisis económica siguen siendo aún muy visibles en algunos sectores de la población. Algunos zamoranos estamos tristes y desconsolados por estas cosas. Y la verdad es que no sabemos qué tenemos que hacer: vivimos resignados y la impotencia nos acompaña.

Yo al menos me conformaría con que os acordarais un poco más de esta provincia, ya que los sucesivos Gobiernos que han gestionado los asuntos que nos afectan viven instalados en el conformismo más absoluto. Durante los últimos años hemos escuchado una y otra vez que las medidas que se han aplicado para salir de la situación en la que nos encontramos eran inevitables. Pero estas medidas han tenido unos efectos secundarios muy evidentes y, como dicen los viejos del lugar, el remedio ha sido mucho peor que la enfermedad. Los que nos gobiernan dicen también que tenemos que tener confianza, que a partir de ahora las cosas empezarán a ir muchísimo mejor. Yo, sin embargo, soy incrédulo, porque mientras tanto la población sigue menguando, la emigración -sobre todo de jóvenes- ha crecido como la espuma durante los últimos años, la tasa de actividad es una de las más bajas de España y, como consecuencia de todo ello, la desigualdad social ha crecido muchísimo en estos años. El panorama, como veis, es poco consolador.

En vista de todo ello, os pido que deis un toque de atención a mucha gente. En primer lugar, a los políticos. Es importante que escuchen los deseos de los ciudadanos que han votado hace apenas quince días, no solo en Zamora, sino en el resto de España. Como habréis comprobado, el deseo de cambio ha sido generalizado; sin embargo, según parece, muchos no se han enterado todavía. Por eso es importante que, si está en vuestras manos, deis un toque de atención a los que aspiran a gobernar los destinos de este país para que se pongan las pilas. Y también deberíais contactar con los responsables políticos que gestionan los asuntos más cercanos de los ciudadanos en los ayuntamientos, la Junta de Castilla y León o la Diputación Provincial. Que no olviden, por ejemplo, que la voz de los ciudadanos hay que escucharla todos los días. Porque la democracia es eso, ¿verdad? Pero también es importante que deis otro toque de atención a los ciudadanos de a pie, que somos muy conformistas y, como dice el refrán, solo nos acordamos de santa Bárbara cuando truena.

En fin, no sé si os pido muchas cosas. Podéis conceder las que consideréis más urgentes. Es una elección que, como siempre, dejo en vuestras manos.