Después de las pasadas elecciones, y por nuestra voluntad, los españoles nos hemos colocado en una posición de tener que decidir sobre una cuestión que afecta a nuestra vida, pero sin una base de conocimiento adecuada, porque la ideología liberal, la ideología dominante, trata de convencernos de que la misma inseguridad que provocó el desmantelamiento del estado de bienestar es la única posibilidad de encontrar nuevas ocasiones de empleo con contratos breves. Cambiar de trabajo cada pocos meses, semanas e incluso días se nos presenta como una liberación de las limitaciones de un empleo fijo o estable a largo plazo.

En el campo de los servicios sociales ya no dependes de la Sanidad del Estado que te exige un copago por tener la desgracia de ser un consumidor de medicamentos, el plan de jubilación te dicen que tienes que optar por una cobertura adicional que hay que pagar y si esta situación te genera angustia el ideólogo liberal te dice que eres un frustrado del Estado Moderno o que te aferras de manera inmadura a viejas formas de seguridad para tu vejez.

Este mensaje se nos ha lanzado desde todos los medios a disposición del Gobierno de España, que han sido casi todos, durante los últimos años, afortunadamente sin mucho éxito, porque los españoles se han cansado de la crueldad de sus gobernantes. Hemos tenido mucha suerte de que los episodios vividos no hayan dado lugar a estallidos de violencia en las megalópolis por motivos utilitarios o ideológicos. No debe engañarnos lo que se dice sobre la "responsabilidad y generosidad" del PSOE porque las categorías del pensamiento socialistas son completamente diferentes a las de la derecha en España.

Los socialistas entendemos la cooperación con el objetivo de alcanzar el máximo grado de igualdad de los ciudadanos, dejando a su libre albedrío el modo de alcanzarla. El pacto queda al arbitrio de las personas siendo las instituciones el medio que lo propicia, nunca se le impone.

En un artículo titulado "Política para un nuevo pacto" publicado el día 22 de septiembre de 2014, dos meses después de haber sido elegido por los socialistas como su secretario general, Pedro Sánchez exponía las líneas generales de su política, decía: "No es una lista de condiciones previas, es una propuesta de responsabilidad..., haremos posible un nuevo acuerdo de convivencia". La reacción del presidente, señor Rajoy, fue la de acusarlo de falta de perspectiva de la política española, de inmaduro y otros reproches despectivos.

Ustedes trabajaron con entusiasmo durante los últimos cuatro años para propiciar la situación actual. Ahora culpan a los socialistas de ser los responsables de la incapacidad del señor Rajoy para formar nuevo Gobierno. Para conseguirlo nos piden a los socialistas que nos rajemos las venas en la plaza.

No lo haremos.

Quedamos muchos en este partido que seguimos confiando en la transformación social. Ustedes no lo hicieron. ¡Este es el verdadero resultado de su política!