Esta campaña electoral se me antoja rarita como pocas. A lo mejor es cuestión de entendederas, pero oyendo a Sánchez, líder de los socialistas, todos, absolutamente todos, tienen que posicionarse contra Rajoy, porque Sánchez es de los que personaliza. Ha decidido que Rajoy está amortizado y no se hable más. Resulta un tanto extraño esta especie de "coalición" verbal que se están montando entre Sánchez, Rivera e Iglesias. O entre PSOE, Ciudadanos y Podemos. Aunque Rivera se ha desmarcado diciendo que si queda el segundo, será el jefe de la oposición. Ya veremos.

El personal tiene un lío monumental en la cabeza. Votar PSOE es votar Podemos, porque unirán fuerzas si suman los votos suficientes para ir a ese lugar de codiciado deseo que es la Moncloa. Entonces, ¿para qué votar PSOE? Con votar directamente a Podemos al cabo de la calle. Si votas Podemos, pero no suma los escaños suficientes para gobernar, el PSOE estará al quite, para que Podemos gobierne. Entonces, ¿para qué votar Podemos? Con votar directamente PSOE, lo que he dicho antes, al cabo de la calle.

Con Ciudadanos no está tampoco del todo claro. No sabe hacia quién decantarse. Y se dice, rumorea y comenta que de tener que apoyar al PP en caso de que sea la primera fuerza pero sin mayoría suficiente, impondría a Sáenz de Santamaría como presidenta. En este país nuestro los menos logran más y los más logran menos. Los menos dirigen el cotarro y los más o se callan y tragan o se van directamente a la oposición. Y que nadie haga una lectura local de lo que aquí escribo.

Aparte de lo dicho que sume en la perplejidad al más pintado, está lo de las promesas electorales. Porque se ha vuelto a ellas como recurso inapelable. Algunos no sé de dónde van a sacar los recursos para cumplir con todo lo que están prometiendo. Si es verdad que de donde no hay no se puede sacar, que alguien me diga cómo se las van a ingeniar para cumplir lo prometido. Y es que lo prometido en campaña siempre es una deuda permanente en legislatura.

Y de UPyD, como las encuestan los ignoran, nadie dice nada. Pues, que se sepa no están muertos y enterrados. Están pasando una especie de travesía del desierto, pero es que haciendo las cosas bien hechas, la travesía puede tocar a su fin en algún momento dado. Otro tanto de lo mismo le ocurre a la IU de Garzón, las encuestas no son nada benevolentes con ellos, pero es que no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Y eso es lo que se está haciendo dando constantemente cifras y datos sobre la intención de voto de los españoles. ¡Ay, la demoscopia! Qué sería de la televisión sin esta parte de la sociología que tanto ayuda a sacar adelante programas y más programas.