El pasado día 16 se celebró un acto en Almazán para homenajear a una compañera entrañable, con la siguiente presentación: "En el mes de agosto cumplió 100 años (no está muy claro el día, pues no aparece la partida de nacimiento) la militante socialista de la Agrupación de Almazán (Soria), Josefa Garijo. El verano de hace 79 años las tropas franquistas asesinaron a su padre, Apolinar Garijo del Rincón, refundador del PSOE en Almazán.

Josefa (Pepa) para todos, es una institución desde su nacimiento en Melilla, tuvo un cuerpo enfermo pero una cabeza muy lúcida. De muy pequeña, su familia se trasladó desde su Melilla natal a un pequeño pueblo cerca de Almazán, Coscurita.

Su casa ha sido y es la sede histórica de los socialistas de Almazán. Su salón está presidido por una gran foto de Pablo Iglesias, y por docenas de recortes y fotografías de la victoria socialista en 1982 y llenan su casa en la que aún vive junto a su hermana Encarna.

Su padre, Apolinar Garijo, fue fotógrafo de prestigio y guarda de Montes y siempre, igual que ella, tuvo su casa abierta para las necesidades de los trabajadores y compañeros socialistas.

Su madre trabajó duro en la vía para sacar la familia adelante. Y ese espíritu luchador es el que sigue manteniendo Pepa a sus cien años.

Por la mesa camilla de su casa han pasado muchos vecinos y de otros lugares y durante horas se ha hablado de política, y con seguridad que en torno a esa mesa se fraguó la primera alcaldía socialista de Almazán.

Su casa está abierta siempre para todo el mundo, y ha sido, es y será nuestra mejor embajadora. Una mujer, una socialista con mayúsculas.

Con esta breve introducción me invitaron a presentar el homenaje a Josefa Garifo (Pepa) junto a Soraya Rodríguez en Almazán. Y es que la vida de Pepa representa la crueldad del momento histórico que le tocó vivir. El proyecto de cambio político de la Segunda República quedó sepultado en la gran tumba del franquismo. El acto, además de emocionante y afectivo, congregó una asistencia numerosa y entusiasta. Intervinieron Carlos Martínez, alcalde de Soria, el veterano socialista Ángel M. Vizcaíno y otros compañeros. Las distintas intervenciones más o menos preparadas fueron replicadas interactivamente por Pepa para puntualizar.

Pues bien, a partir este pequeño acontecimiento social, se desprenden algunas consideraciones de cierta importancia de carácter político y también, por qué no decirlo, histórico y cultural. Entre esas reflexiones conviene recordar que a lo largo de los 136 años de existencia del PSOE han existido seis generaciones de ciudadanos españoles que han entregado con generosidad, como Pepa, parte de su vida para la construcción de un país, España, democrático, en paz, moderno y para que se acercara cada vez más a una sociedad igualitaria y por lo tanto cada vez más justa. Por suerte, en España y en el mundo, además de terrorismo y separatismo, existen personas con sentimientos y partidos con ideología.

Tuve ocasión de hablar con Pepa la primera vez hace treinta y cinco años en su casa, que fue un lugar clandestino y de encuentro en la refundación socialista en Soria, y siempre encontré empuje y palabras de aliento, nunca de rencor ni animadversión. Hoy sigue manteniendo una cabeza muy bien ordenada con las ideas muy claras con relación a la función y al papel que le corresponde al socialismo democrático, que hunde sus raíces nutricias en un proyecto compuesto por mujeres y hombres normales, representados por todos los oficios y profesiones.

Hay que destacar el papel de las mujeres socialistas que padecieron doble represión en esta tarea de conservar, en ocasiones con grandes sacrificios y peligros, las esencias fundamentales del sentido de la igualdad, la libertad y la fraternidad. Y más en estos momentos donde la situación general parece que nos avoca a una confrontación de destrucción entre los pueblos.

Otra reflexión que nos sugiere Pepa es la confirmación ideológica, con independencia de las nuevas ofertas y ocurrencias que cada cierto tiempo aparecen y seguramente desaparecen en el panorama político, sobre todo en momentos de crisis como la que estamos padeciendo. Aunque los socialistas del PSOE siempre han estado cuando España ha necesitado el cambio.

También quiero hacer patente mi reconocimiento a los socialistas de Soria (dos generaciones) desde la transición, que prudente y honestamente han conseguido que una mayoría de ciudadanos confíe en ellos y en el Partido Socialista. De tal manera que desde un importante número de instituciones, entre las cuales están el Ayuntamiento de la capital y la Diputación, gobiernan democráticamente a los sorianos. Algo habrá aportado Pepa. Salud y gracias.