Es digno de encomio el potencial musical que tenemos en Zamora. No entiendo que, llegadas las fiestas del tipo que sea, se contraten voces y grupos de fuera teniendo como tenemos en nuestra ciudad grupos y voces maravillosas. Y no todo hay que circunscribirlo a un único género. La pluralidad musical también es conveniente. Buena muestra de ello son Luis Santana y Conchi Moyano. Dos voces maravillosas que no se prodigan excesivamente en Zamora y tengo para mí que porque no se cuenta con ellos.

El pasado sábado descubrí a un grupo maravilloso, dignísimo, profesional, preparado para enfrentarse en un escenario con los mejores. Lo componen Antonio Crespo, guitarra de acompañamiento y voz; Eduardo Daniel Cacia, guitarra solista y voz; Miguel Ángel Segovia, voz y guitarra solista; Carlos Crespo, contrabajo y voz y Cristian Santos, percusionista. Juntos se llaman Voces de Bolero. Y debo decir que nada tienen que envidiar a Los Panchos, Lucho Gatica o Armando Manzanero. Con la particularidad de que aportan su peculiar estilo, un estilo que engancha de inmediato, a su forma de interpretar boleros inmortales que están en la mente de todos.

Los nuestros tienen que ser los primeros cuando de contratar para ferias y fiestas, al aire libre, en teatros o en salas se refiere. Contamos con artistas dignísimos, de voces educadas, con repertorios envidiables. Voces de Bolero encarnan lo mejor del bolero en su estilo interpretativo, en su forma de decir el bolero, de moverse en el escenario, de hacer un espectáculo con canciones de siempre. Y "siempre" es una palabra que bien define a esta formación zamorana, de la capital y de la provincia, pero también de Argentina cuyo componente, Eduardo Daniel, internacionaliza al grupo.

Escuchándoles, francamente, el tiempo o se detiene o parece discurrir lenta, muy lentamente, alrededor del reloj. Lo que Voces de Bolero hace del bolero y con el bolero les permite situarse entre los mejores grupos españoles y extranjeros que han escrito con letras de amor su historia musical. La de esta formación zamorana es relativamente reciente. No obstante les auguro larga vida si siguen por ese camino. El bolero nunca muere. Nos gusta a todos, chicos y grandes, y ellos tienen una forma de decirlo, una forma de interpretarlo que seduce. Parte de la culpa está en sus voces absolutamente acariciadoras y en el virtuosismo con el que manejan los instrumentos que arpegian sus canciones.

En los últimos años se ha dado un poco de lado a este tipo de música, a la música romántica que habla de amor, que es pura poesía, Voces de Bolero rescata la pasión por el bolero sobre el que, además, investigan constantemente, para luego desgranar sentimientos, esperanzas, amores, desamores, emociones, todo lo que hace del bolero una composición, un género inmortal. Me han seducido sus voces. Y son nuestros.