Zamora, en las próximas elecciones generales, puede dar la nota de lo que pasará en el país. El censo de votantes nacional es de 35.000.000, que tendrán que elegir los 350 padres de la patria. Es decir, habría un Diputado por cada 100.000 potenciales votantes.

Como en Zamora, en el 2011, el censo fue únicamente de 178.000 personas, vemos que si la democracia en España fuera justa solo tendríamos derecho a elegir uno, o como sumo dos, diputados nacionales.

Sin embargo, a esta provincia le tocan tres, dado que los poderosos piensan que somos mansos y por eso nos han regalado uno. Lo mismo le pasa a otras provincias de ADN conservador. Pues así el poder, piensa, ganará siempre las elecciones.

Pero no es de esto, que se cuenta por su interés, de lo que se quiere hablar. Lo que se pretende subrayar es que a través de lo que en Zamora ocurra se puede vaticinar el resultado en España en términos globales.

En casi todas las elecciones los 3 Diputados de Zamora se los han repartido, el PP, con 2, y el PSOE con 1. Dándose ese reparto, en las del año 2011, por lo siguiente: el PP obtuvo 68.000 votos, el PSOE sacó 35.000, IU obtuvo 6.000, y UPyD solo 5.000.

Con esas cifras se aplicó la ley D'Hont, que consiste en lo siguiente: los resultados de cada partido se dividen por 1, 2 y 3, cogiéndose después los tres números más grandes que salgan, los cuales indicarán a qué partido le toca cada uno de los tres Diputados.

Si se eligieran 7 cargos, se dividirían lo votos por 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7, cogiendo los 7 resultados más grandes. Hecho lo dicho, al PP le tocaron los números: 68.000 (resultado de dividir su número de votos por 1) y 34.000 (resultado de dividir por 2). Siendo el número más alto del PSOE el 35.000 (resultado de dividir por 1).

Por tanto el PP obtuvo dos escaños y el PSOE uno. Como se ve, el último diputado lo obtuvo el PP gracias al número 34.000 (resultado de dividir sus votos por 2), luego aparentemente ahí está el nivel para obtener un Diputado. Pero tras 4 años todo cambia y ahí está la emoción. Fíjense.

El PP según la última encuesta del CIS va perdiendo 16 puntos. Ello supondría que en Zamora solo sacaría 57.000 votos, que si lo dividimos por dos da 28.000. Número que indicaría los votos que hay que sacar para obtener el tercer Diputado.

Pero si el PP solo sacara 50.000 votos, cosa probable tras sus derrumbes en los Ayuntamientos de la capital, Benavente, Toro, Morales y Moraleja del Vino, y Villaralbo, y su gran dificultad para completar listas en los pueblos (muchos peces gordos, como la presidenta de la Diputación se presentaron por pequeñas localidades) tendríamos que tras dividir por 2 sale 25.000, y ahí posiblemente esté la barrera para que salga representando a Zamora en las Cortes de España, alguien que no sea del PP, ni del PSOE. Damos por hecho que el PSOE sería el partido que quede en segundo lugar pierda lo que pierda.

Y aquí viene lo anunciado, si en Zamora se averigua enseguida qué ocurre con el tercer Diputado, se puede vaticinar lo que ocurrirá en España. Supongamos que el tercero se lo lleva Podemos, ello supondría que el cambio en España será importante. Supongamos que se lo lleva Ciudadanos, eso indicaría que el PP se ha hundido del todo. Si los antibirrepartidistas hubieran ido juntos en toda España, esa Unidad Popular hubiera permitido aspirar con garantías a los 25.000 votos que dan la llave, pero así, separados, IU lo tiene tremendamente complicado. Y Podemos sin esos 6.000 votos de arranque garantizados por IU, tiene ante si un reto de bigotes. Respecto a Ciudadanos, si logra entrar será a costa de un hundimiento absoluto de un PP dividido internamente, por lo que incluso militantes de prestigio, consideran unas listas desastrosas. En todo caso, un Diputado para cada partido, hablaría de una nueva Zamora y una nueva España.