Como en Zamora casi nunca pasa nada o eso decimos para consolarnos, cuando pasa algo, me refiero a cosas negativas como robos, atracos, intentos de violación o violaciones propiamente dichas, el miedo se dispara y con el miedo lo de siempre, la crítica más ácida hacia la Policía Nacional. Que dónde estaban cuando a la señora le tiraron del bolso. Que cómo no aparecieron cuando estaban atracando a una persona. Que estamos desamparados. Que dónde se meten. Eso por lo fino, por lo abrupto la cosa es mucho peor. La Policía Nacional está donde tiene que estar, atenta, vigilante, cuidadosa, alerta, haciendo su trabajo sin publicitarlo, desde la eficacia y la eficiencia, como debe ser.

Y hay policía en la calle, solo que Zamora no es una placita donde toda la actividad ciudadana se circunscriba a ella. Y porque no siempre la vemos, porque no siempre son agentes uniformados los que patrullan las calles. Una pareja se ha estado dedicando a robar los bolsos de las señoras que circulaban por Las Viñas. En algún caso se debieron emplear con cierta violencia. Los ladrones y atracadores no se andan con miramientos, que me lo digan a mí que soy una víctima y arrastro un síndrome de estrés postraumático que no se lo deseo a nadie porque, a veces, va acompañado de episodios de verdadero terror, y eso que lo voy superando poco a poco. Por esa causa, días pasados he oído de todo y todo malo contra la Policía Nacional.

Ahora resulta que en 24 horas, los hombres que comanda el comisario Clemente Castaño, han detenido a los ladrones que tenían un modus operandi que me resulta familiar. Yo creo que ha sido un servicio brillante y rápido. Pues bien, de todos los que despotricaron, no he oído a nadie dar las gracias. No he oído a nadie alabar el servicio de la Policía Nacional. Si acaso, los de siempre, han soltado un "para eso les pagan". Es muy relativa la frasecita en cuestión. Esa frase en concreto y la de "algo habrán hecho", las llevo atravesadas. Si todos hiciéramos todo aquello por lo que nos pagan, España iría a más. Solo que ciertas cosas somos incapaces de aplicárnoslas. Y en cuanto a la segunda frase que se colgó durante tanto tiempo y de forma desafortunada a tantas víctimas de Eta, ahora se pronuncia referida a las víctimas de violencia de género, con la misma mala fortuna.

Estimo que a la Policía Nacional no se la engaña fácilmente. Por algo está entre las mejores de Europa e incluso del mundo. La Policía Científica española acude, siempre que se solicita su intervención, a países extranjeros en hechos puntuales. Solo que en España no hay una serie como las del CSI que empezaron contándonos sus avatares en Las Vegas y ya hay secuelas en Nueva York, Miami y otras grandes ciudades estadounidenses, y que han servido para popularizar el trabajo de unos hombres y mujeres expertos en criminalística.

Yo sí quiero agradecer a la Policía Nacional de Zamora la rápida detención de dos personas que, por tener antecedentes, su señoría no debe ser permisivo y aplicar el Código con contundencia, con dureza. Vale ya de ser papanatas y tratar de justificar lo que la violencia hace injustificable.