De todos es sabido que el envejecimiento progresivo que está sufriendo la población está provocando un importante cambio demográfico. Ante semejante situación, el ratio de trabajador por pensionista se está reduciendo irreversiblemente hasta llegar a la paridad, lo que lleva a la necesidad de realizar reformas en los sistemas públicos de pensiones. Dichas reformas, y ya lo hemos visto, provocan una reducción del nivel de prestaciones y así seguirá siendo en el futuro. Estoy plenamente convencido de que las pensiones no van a desaparecer, pero sí van a ser inferiores a las actuales. Por lo tanto, según mi criterio, debemos dedicar un poco de nuestro tiempo a planificar la economía de nuestra edad dorada adquiriendo una actitud activa a la hora de rentabilizar nuestros ahorros, no dejando todo en manos de nuestro sistema público de pensiones: la planificación de nuestro ahorro marcará la diferencia en el disfrute de los años tan merecidos para nuestra jubilación.

Llegar a la jubilación es el comienzo de una nueva etapa y no se debe de renunciar a la forma de vida que veníamos teniendo con anterioridad. Los ingresos se reducirán pero los gastos cotidianos se mantendrán o aumentarán, según los casos, porque surgirán otro tipo de necesidades relacionadas con el aumento de edad (dependencia y pérdida de salud).

Surge, entonces, la necesidad de desarrollar productos financieros privados de pensiones para complementar la pensión pública para que nos ayude, en un futuro, a equiparar en lo posible, nuestro nivel de vida en la jubilación al que se tenía cuando estábamos en activo. La mejor estrategia, sin lugar a dudas, será pensar en nuestra jubilación desde el momento que comience nuestra vida laboral aunque se vea la jubilación como un futuro muy lejano. No nos olvidemos, que por muy lejano que se vea, a todo se llega según va pasando el tiempo. Cuanto mayor sea el horizonte temporal, mayor será la planificación con el fin de que al llegar a la edad de jubilación lleguemos con dos pensiones: una del sistema público y otra del privado.

El pasado 5 de noviembre, la Seguridad Social, a través del sitio web Tu Seguridad Social y previo registro, puso en marcha un simulador para que podamos conocer una estimación del importe de nuestra pensión futura incluyendo, cómo no, las últimas modificaciones a la normativa que vayan surgiendo. Este simulador nos hará conscientes de la necesidad o no de planificar una pensión paralela privada. Aquí surgen ya los primeros problemas: el ahorro y su posterior rentabilización. No estamos acostumbrados a ahorrar y mucho menos a gestionar nuestros ahorros debido, en parte, al bajo conocimiento que tiene la población sobre temas financieros. No olvidemos que el bienestar y el progreso de un país están muy relacionados con el funcionamiento del sistema económico pues nos afecta más de lo que pensamos. Una buena base financiera nos ayudaría, de forma individual, a solventar más de un problema como los que desafortunadamente hemos vivido estos últimos años. El pasado 5 de octubre, dentro del Plan de Educación Financiera (PEF) promovido por el Banco de España y con el apoyo de numerosas instituciones y entidades, se celebró el Día de la Educación Financiera recordándonos la importancia que tiene para los ahorradores el conocimiento básico de las finanzas. Una educación adecuada nos ayudará a realizar una buena planificación de nuestros ahorros, con el fin de adoptar decisiones certeras sin importarnos en la etapa de la vida en que nos encontremos. Siendo así, la educación en esta disciplina debe fomentar los buenos hábitos financieros y evitar la inversión de nuestros ahorros en productos que sean desconocidos. ¡Cuántos problemas nos quitaríamos de encima si conociésemos los conceptos básicos de las finanzas, el funcionamiento de los diferentes productos y la evolución de los Mercados Financieros!

Diferentes estudios llevados a cabo sobre el ahorro muestran grandes lagunas y errores en este ámbito: los jóvenes piensan que es demasiado pronto para ahorrar para la jubilación; por el contrario, los más mayores piensan que ya es demasiado tarde para reordenar su vida económica.

Las hormigas nos ofrecen una gran enseñanza: ahorrar para el futuro es una necesidad, no una opción. Gracias a la magia del interés compuesto, una pequeña suma de dinero, con el tiempo, puede convertirse en una gran cantidad. Con esto quiero decir, que aunque parezca insignificante, una pequeña cantidad de dinero es suficiente de momento; según vayan pasando los años y mejorando nuestra situación laboral, es posible que estemos en disposición de ir incrementando esa cantidad dando un nuevo impulso al ahorro acumulado. Recordemos también que la constancia en el ahorro será una gran estrategia de cara al futuro pues seremos capaces de construir un capital, incluso más que suficiente, para poder afrontar nuestra edad dorada y como complemento a la ayuda que nos proporcione el sistema público.

Según se acerca el final de cada año, las compañías se vuelcan con los consumidores y lanzan campañas publicitarias para incentivar el consumo en general y, sobre todo, el de los productos típicos para esas fechas. Las entidades bancarias y las que actúan como intermediarias financieras no son una excepción y se apresuran a publicitar sus Planes de Pensiones y, lo hacen, amplificando las ventajas fiscales del producto junto con la conveniencia de hacer aportaciones antes de que finalice el año. Más de la mitad de las aportaciones a los Planes de Pensiones se realizan en el último periodo del año y esto, amigos míos, es otro error que debemos de subsanar. La periodicidad del ahorro debe de ser constante para así aprovechar las ventajas de realizar mejores inversiones y a mejores precios. No es buena idea esperar a final de año para hacer nuestras aportaciones al monto del ahorro, maximizamos así el impacto de la volatilidad que suelen sufrir los Mercados Financieros en el corto plazo.

El ahorro debe ser canalizado hacia varios instrumentos financieros. Por lo tanto, una buena diversificación y una buena gestión del riesgo harán que aumente la rentabilidad y nos eviten sustos a los que no estemos acostumbrados.

Una vez más, insisto en la importancia de una planificación real de nuestra pensión de jubilación, desde la base de una formación financiera con el fin de asegurar nuestro futuro, nuestro patrimonio y el de nuestra familia. Créanme, mantener un sistema de reparto para las pensiones como el que conocemos hoy, es casi imposible. La solución pasa por incrementar las cotizaciones, reducir los importes o crear nuestro propio sistema individual de pensiones.

(*) Blogger y trader independiente