Afrontamos con las mayores de las ilusiones las próximas elecciones generales del 20-D. Lo hacemos dando la cara y con la cabeza muy alta porque contamos con una tarjeta de presentación inédita en esta provincia y que se traduce en el mayor impulso inversor de las últimas legislaturas.

Los zamoranos, hayan o no votado al Partido Popular, han de sentirse orgullosos y satisfechos por haber sido, durante estos cuatro años de mandato de Mariano Rajoy, los ciudadanos de este país mejor tratados, ya que Zamora ha estado a la cabeza en la inversión gubernamental, yendo a la zaga de las acertadas políticas reformistas que, en clave nacional, han logrado evitar la quiebra del Estado para ubicarnos en la vía de la recuperación.

Los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el ejecutivo del Partido Popular en esta legislatura han otorgado, en materia de inversión, cerca de 8.000 euros por ciudadano en esta provincia, sumando en total cerca de 1.400 millones de euros lo invertido en Zamora por parte del Gobierno de España entre 2012 y lo que ya está en ciernes para 2016.

Comparando cifras o realidades, el Gobierno del PSOE invirtió en esta provincia algo menos de 1.200 millones de euros entre 2007 y 2011 ambos incluidos, o lo que es lo mismo, unos 200 millones menos que el Partido Popular en un mismo período de años y siendo las épocas bien distintas: la del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en los mejores años de la bonanza económica y la de Mariano Rajoy la peor de la historia reciente.

¿Alguien barruntaba allá por 2011 que, sumidos en una de las crisis más virulentas en la historia de la democracia, se podría contar con un estímulo tan inversor? La desgana y la depresión a la que el PSOE abocó a nuestro país creó un clima de desasosiego al que el Partido Popular ha tenido que hacer frente con responsabilidad y trabajo duro lejos de parafernalias, puestas en escena o espectáculos de imagen más propios de la izquierda.

Mariano Rajoy y su equipo tienen los codos pelados de trabajar, de pensar y de estudiar las salidas que España podría tener ante el desastre que se nos venía encima. Sí, quizás este no sea el Gobierno más mediático pero, coincidan conmigo, que yo prefiero a un presidente y un equipo que trabajen lejos de los flashes pero que me garanticen efectividad y futuro.

El resultado, quedando aún mucho por hacer, es evidente. Las ruedas de prensa en exceso sin contenido, las inauguraciones megalómanas con gastos inapropiados y fotos rimbombantes se las dejamos para el señor Zapatero y, hoy en día, para su doble, el subjetivo Pedro Sánchez, que cae un día sí y otro también en contradicciones y cambios de estrategia constantes, demostrando que ni tiene proyecto de país ni se espera nada bueno de él para los españoles.

Por mucho ruido que se quiera hacer, por muchas barricadas mediáticas interesadas que quieran levantar y después de afrontar el peor escenario que este Gobierno nunca hubiese imaginado al llegar a La Moncloa, la visión objetiva que el español y el zamorano han de tener, por encima de las personas y de formas de ser, es la del trabajo duro que, luzca más o menos, el Partido Popular ha estilado para enderezar el rumbo de España.

La inteligencia de los ciudadanos de esta gran nación está muy por encima de populismos extremos, de líderes mesiánicos que se creen en poder de la verdad absoluta y del discurso de la ciudadanía o de cabezas de cartel a los que el paso de sus antecesores por el Gobierno de España nos marcan el camino de lo que podemos volver a sufrir en caso de que se instalen donde nunca deberían volver, por vergüenza torera y por honestidad ante los casi cinco millones de parados que dejaron.

En definitiva, Zamora y los zamoranos han sido testigos de una Legislatura histórica para la provincia, llena de realidades con la llegada de la Alta Velocidad Ferroviaria y la continuación de las obras del trazado hacia Galicia, y con la ejecución y apertura al tráfico de la tan deseada autovía Zamora-Benavente.

Y también hemos sido testigos del firme paso adelante dado en torno a la conversión de la N-122 en autovía desde la capital hasta la frontera con Portugal, con consignación presupuestaria en 2016 para la redacción de todos los proyectos y la adjudicación de las obras, para de manera inmediata comenzar los trabajos sobre el terreno en el 2017, y previsión presupuestaria hasta el 2019.

Esa es la realidad, y eso es lo que todos los zamoranos deben tener en cuenta en la próxima cita del 20 de diciembre. La línea de trabajo está ya marcada por el Gobierno del Partido Popular, aunque todos somos conscientes de que queda mucho por hacer.

(*) Candidato del Partido Popular al Senado por la provincia de Zamora