No es bueno mezclar deporte y política. La cultura y el deporte no pueden ni deben tener ideologías. Pueden y deben tener genios, héroes, pero nada más. Sin embargo y a pesar de la consigna catalanista de afrontar el tema independentista, sobre todo en los medios de comunicación, con una sonrisa y en un tono de voz más bajo de lo habitual para que sean los otros los que den la imagen de energúmenos, algunos catalanes, fundamentalmente deportistas, se pasan cuando abren su cotizada boquita de pitiminí y sacan la húmeda a pasear.

El último en sembrar la polémica, esta vez en Twitter, pidiendo la independencia de Cataluña, ha sido Albert Montañés, un tenista que pudo haber sido y no fue. Un tenista que a pesar de haber estado en el Top 100 durante algún tiempo, ha caído al puesto 108 y no remonta ni de coña. No es la primera vez que escucho a este tarraconense de San Carlos de la Rápita, expresar su sentimiento de pertenencia al catalán. Lo cierto es que, hasta la fecha, siempre había sido respetuoso al dar a conocer sus opiniones políticas. Y servidora lo respetaba? hasta que el pasado lunes colgó un mensaje algo subidito de tono que ha dado lugar a aplausos, pero también a muchas críticas, argumentadas la mayoría de ellas, en las que el tenista catalán no sale bien parado.

A mí me parece muy bien que se desgañite gritando: ¡¡Visca Catalunya!! ¡¡Independencia ya, hombre!! Lo que este chico no sabe es que esta especie de virus independentista que les afecta se lo ha inoculado a todos ellos, un corrupto llamado Artur Mas, que se ha agarrado a tal posibilidad para apagar las voces que claman pidiendo que ingrese en la cárcel por corrupción. Lo que no me parece bien ni medio bien escriba a continuación y ante una imagen del presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, "ganas de vomitar de sentir a este personaje". Algo más que un insulto que a lo mejor y bien mirado lo mismo es constitutivo de delito.

No se puede hacer una idea Montañés, de lo que nos inspiran a los que solo queremos la unidad de España, la paz, la concordia y la hermandad, gentes como Pujol, como Romeva que fue comunista antes que convergente de derechas, por lo tanto un converso con el peligro que eso tiene, Carod Rovira, Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Joan Tardá, Alfred Bosch y el mismísimo Artur Mas. Pero no es cuestión de entrar en la provocación. El señor Rajoy es el presidente del Gobierno de España y merece respeto, el que nunca le han tributado los catalanes. Algunos hubieran querido que aplicara el artículo 155 de la Constitución, y que enviara los tanques y yo qué sé cuántas cosas más, para así hacerse los mártires y seguir hablando del odio de España.