El 12 de octubre la Iglesia en España celebra que, según una piadosa tradición, la Virgen María se apareció mientras aún vivía -en carne mortal- al apóstol Santiago el Mayor, que se encontraba predicando la fe cristiana a orillas del río Ebro en la ciudad romana de Caesaraugusta (Zaragoza). No hay testimonios ni documentos que lo prueben, y la primera referencia histórica de este recuerdo data del siglo XIII, aunque hay constancia de la existencia de una antigua e importante iglesia dedicada a santa María en aquella ciudad desde el siglo IX. Su basílica es un importante centro de espiritualidad y peregrinaciones. En 1982 el papa Juan Pablo II acudió allí a ponerse bajo la protección de la Madre, por medio de la cual, dijo, "ha llegado a muchos cristianos la luz de la fe en Cristo".