Quizá algunos hayan pensado que el grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora no está a favor de la bajada de impuestos. Y nada más alejado de la realidad. Por supuesto que este grupo de concejales está a favor de la bajada de impuestos. Primero porque está en el ADN de nuestro partido, no así en las izquierdas (ni en las unidas, ni en las socialistas ni en las no adscritas), y segundo porque era un compromiso que llevábamos en el programa electoral con el que concurrimos a las elecciones municipales del pasado mes de mayo.

Tan cierto es que creemos en las rebajas de impuestos que en el Pleno del 7 de julio de este año solicitamos formalmente a todos los grupos políticos la posibilidad de realizar un gran pacto en materia fiscal del que se beneficiaran todos los vecinos de Zamora. ¿Cuál fue la respuesta? Una negativa por parte del equipo de Gobierno que tumbó y desterró en menos de un mes su gran apuesta por los grandes consensos y los grandes acuerdos en el Ayuntamiento de la capital.

De aquella negativa vienen ahora los problemas con los que nos encontramos en la presentación de las nuevas ordenanzas fiscales por parte de Guarido y sus concejales. Ya lo advirtió nuestro viceportavoz José Luis González Prada en el Pleno de la pasada semana. La propia Intervención General advertía de grandes deficiencias en las mismas y que estas podrían acarrear serios problemas de legalidad a la institución municipal. Y es que, como dice el refrán, las cosas bien hechas, bien parecen.

En un ejercicio de responsabilidad, el Grupo Municipal del Partido Popular no se mostró a favor de las formas de estas ordenanzas. Y no por no compartir el fondo de la cuestión, reducir la presión fiscal a los vecinos de Zamora, sino por el modo de proceder y las advertencias de, por ejemplo, nulidad radical, existentes en los expedientes referidos al IBI. No nos estamos poniendo la venda antes de la herida pero, ¿qué pasaría si todos los ciudadanos se negaran a pagar el IBI amparados en estos informes en los que consta esa nulidad radical?

Además, la situación del Ayuntamiento de Zamora permite una mayor rebaja de la que, hasta ahora, nos ha presentado el equipo de gobierno. Hay margen. No solo para rebajar algunas de las tasas que se han modificado sino otras muchas que, en definitiva, lo que permitirían es aliviar la presión fiscal a todos los vecinos de la ciudad e, incluso, poder fomentar la presencia de empresas en Zamora.

El ejercicio realizado por el equipo de Gobierno respecto a las ordenanzas fiscales es el de un mal estudiante, son parches, un quiero y no puedo. Algo así como querer demostrar que en cien días ha cumplido con lo que había prometido cuando, en realidad, lo que ha hecho es presentar un ejercicio lleno de tachones y de borrones que cuenta con reparos de técnicos municipales.

Por eso el Partido Popular insiste en que sí que está favor de la rebaja de impuestos. Siempre y cuando se realice bien, de manera correcta, sin pegas y, por supuesto, que cumpla con todos los preceptos que eviten problemas a la ciudad. No podemos estar de acuerdo con una modificación que presenta palpables deficiencias y que, a la larga, quizá no suponga tantos beneficios para los zamoranos.

Y es que, además, a Guarido ya le hemos escuchado decir que no está prevista ninguna modificación más en cuanto a bajada de impuestos en lo que queda de legislatura. ¿Era esto todo lo que nos tenía que ofrecer en esta materia? Si es así, parece más bien escasa su aportación. Primero por cuantía y segundo por la forma en la que lo ha realizado. Pese a todo, el PP seguirá reclamando un gran pacto fiscal que, de verdad, beneficie a los zamoranos.