Pues yo, ¿qué quiere que le diga? Alabo la decisión del regidor de Zamora, Francisco Guarido, de Izquierda Unida, de no ocupar cargos de relevancia en la Federación Española de Municipios y Provincias. El "leitmotiv" es claro, quiere dedicarse plenamente a Zamora, a los zamoranos y al trabajo cotidiano en el Ayuntamiento de la ciudad. No es de recibo que haya políticos que acumulen cargos y más cargos y todos muy bien remunerados. Y no es de recibo, porque en el planeta Tierra ni "superman" ni "superwoman" hay. Casi toda la tropa política es gente corriente y moliente. Los hay más listos, más inteligentes, mejor y peor dotados y no hablo en el plano físico, más guapos, más feos pero con las capacidades justas y necesarias para dedicarse a lo que deben y pueden y no tratar de acaparar todo lo habido y lo de por haber, por mucho que se les tiente. Lo mejor de las tentaciones es no caer en ellas.

Que hay cosas del alcalde que no me gustan, pues claro. Como ese afán suyo en ser alcalde solo para unas cosas mientras para otras se bate en retirada, las soslaya o no participa en ellas. Mire usted, si visita Zamora la Armada, pongamos por caso, usted está en la obligación no solo de recibir a sus responsables, también de participar en los actos que se programen en la ciudad de la que usted es primer edil, aunque la cosa castrense no le guste. Son los garantes de la paz en España, lo quiera o no. Y que nadie vea acritud en lo que digo.

Me encantan los políticos que como usted, huyen de los cargos y de lo que estos reportan en dinero. Hay que diversificar. Hay que dedicarse en cuerpo y alma a lo que se hace y si la cuenta corriente no sube a tope, que lo haga paulatinamente. Porque los políticos con cargo y sus cargas respectivas, son los únicos que tienen asegurado el curro y el sustento, los demás, a verlas venir. Y si vienen bien, bendito sea, pero es que, da la casualidad de que casi siempre vienen mal dadas. Y en Zamora no hay mucho donde elegir porque no hay quien arriesgue y porque, cuántas veces, al que arriesga le cortan el cuello.

Debería legislarse para impedir que un solo cargo acumule. Y si acumula que reparta con los más desfavorecidos. Que es muy bonita la solidaridad de boquilla pero no es nada efectiva. A mí cuando los políticos me mandan acoger a una familia de refugiados, cosa que haré gustosa, y nada dicen de lo que ellos en lo personal piensan hacer, malo, huele mal y sabe peor. Pero, vuelvo a decir, me ha gustado el detalle del alcalde de Zamora de no acumular prebendas, porque eso son algunos cargos, por mucha carga que conlleven. Gesto y acción. Pero solo con eso no puede despachar la legislatura. Los ciudadanos esperan más, mucho más. Dejémonos de las herencias recibidas y de los cajones vacíos. Esos se llenan fácilmente con solo descolgar el teléfono, con cuatro obritas de nada y con los impuestos que acarreamos los ciudadanos. Si los que antes estuvieron lo hicieron mal, enmiéndese la plana.