Cada vez que oigo que el problema de las migraciones masivas hay que resolverlo en los países de origen me echo la mano a la cabeza. Si no fuese porque se trata de una frase hueca, de un vulgar intento por poner la solución más lejos y evitar preguntas incómodas (como los que empezaban los cuentos diciendo que fue hace mucho tiempo y en un país lejano), pensaría que los que lo dicen lo hacen a mala fe.

Yo no sé si esta gente se da cuenta de lo que en realidad propone?

¿Arreglar el problema allí? ¿Y eso qué significa? ¿Imponerles nuestras leyes? ¿Imponerles nuestras costumbres? ¿Cómo vamos a arreglarlo, por ejemplo, sin una legislación que obligue a respetar a la mujer, que es el 51% de la población, nada menos? ¿Cómo vamos a generar desarrollo en países con un difuso derecho a la propiedad?

¿Se dan cuenta de que lo planteado supone considerarlos menores de edad o algo similar? Vamos allí, revisamos sus leyes y su modo de vida y les decimos: esto es bueno, esto es malo, esto no se hace, nene, caca...

Cualquiera que fuese a otro país en esas condiciones sería tachado inmediatamente de colonialista o imperialista. ¿O es que se refieren a conceder pequeñas limosnas para construir una escuela o excavar un pozo? No lo creo?

Ahora que hemos visto lo que pasa cuando desaparecen sus dictadores, ¿pretendemos cambiar de un plumazo su sistema social, aunque sea tribal? ¿Pretendemos erradicar su corrupción si ni siquiera podemos hacerlo con la nuestra? ¿Somos tan soberbios que pretendemos arrogarnos el derecho a acabar con la soberanía de los demás y tutelarlos?

Yo ya no sé si es buenismo, estupidez o mala leche. No sé...