Cada vez que voy a Camarzana de Tera pregunto por la marcha de los trabajos de recuperación de la villa romana cuyo enclave arqueológico se halla en esta localidad próxima a Benavente.

El alcalde de Camarzana, Francisco Martínez, me informa muy ilusionado que está próximo a que pueda ser abierto al público este importante yacimiento arqueológico que fue descubierto en la segunda mitad del siglo XIX, del que hay restos de mosaicos y otros materiales depositados en el Museo de Zamora. Lo más importante de la villa romana se conserva en el suelo de Camarzana. Allí, a orillas de la carretera que va de Benavente a Puebla de Sanabria se encuentra la estructura de una villa romana con pavimentos de mosaicos formando primorosas figuras. Este espacio puede datarse, según los expertos, en la época tardo-romana, entre los siglos II y IV después de Cristo.

Como es natural, disponer de este tesoro arqueológico ha supuesto importantes inversiones que han sido posibles gracias a la colaboración económica de la Junta y el apoyo de los organismos competentes.

En este enclave puede identificarse un patio abierto, un pasillo y varios compartimentos habitacionales. Las figuras representadas en los mosaicos son de personas y animales, así como diversas formas geométricas. Destaca una representación del mito de Orfeo amansando a las fieras.

En la actualidad, estos restos arqueológicos no están a la vista del observador, puesto que se encuentra todo protegido por una capa de arena para evitar su deterioro durante las obras que, según manifiesta el alcalde, podrían estar concluidas antes de que finalice este año.

Deseamos que se cumplan las previsiones del amigo Francisco Martínez para que todos podamos disfrutar de la contemplación de este histórico enclave.