Cuando se habla del medio rural, la mayoría de las veces es para evocar aspectos negativos o circunstancias relacionadas con la melancolía. Muchos de nuestros pueblos se identifican con despoblación, envejecimiento, olvido? Nos quieren convencer de que son el cero a la izquierda en este mundo de la globalización. Pero, no se lo crean. Porque los pueblos constituyen ese reducto donde aún predominan los gestos de humanidad, las acciones de solidaridad más insospechadas y las expresiones de comunicación más inimaginables que ya quisieran para sí las grandes urbes, carentes precisamente de esos rasgos propios de la emotividad. Convendrán conmigo en que es más fácil sentirse solo en medio de la jungla de asfalto que en la plaza de un pueblo, por solitaria e inquietante que nos parezca a simple vista.

En solo dos días de convivencia en un pueblo de poco más de 200 habitantes habrá dicho usted un sinfín de veces expresiones y palabras tan sencillas como "buenos días", "hola" o "buenas tardes"; tantas, que hasta correrá el riesgo de haber perdido la cuenta. Sin embargo, es muy probable que en esa ciudad de bullicio, de luces destellantes y gentío no haya pronunciado ni la mitad de las veces las mismas palabras y expresiones, no en dos días, sino en dos semanas.

Un pueblo nos une, nos humaniza y nos conduce por el camino de la palabra más de lo que se piensa el personal de zapato lustroso y mirada esquiva. Resulta curioso, pero la interlocución y el diálogo toman forma en medio de la nada, mientras el paisaje vertical, extasiado y apabullante nos ensordece y apaga. Es la paradoja de esta especie de balanza poblacional, en la que lo poco llena el alma y lo mucho lo acaba casi por vaciar.

Tenemos, por tanto, motivos más que suficientes para sentirnos orgullosos del medio rural, tan denostado últimamente. Nuestros pueblos merecen el esfuerzo y la implicación de todos para que no se conviertan en un patrimonio vetusto y desprotegido. En definitiva, para que vuelvan a recobrar su merecido protagonismo y sean de nuevo un dígito a la derecha.