En un tiempo en el que parece que el virus de la independencia ha inoculado en algunas partes de nuestra geografía, la comarca de Tábara no queda al margen de la epidemia.

Durante siglos, los tabareses hemos formado parte de este gran país, todavía llamado España, contribuyendo en la medida de nuestras posibilidades a su realidad histórica.

Algunos nombres propios, que los ha habido, pero por encima de todo el innumerable grupo de gente anónima que nos ha precedido, lo confirman.

Amas de casa, maestros de enseñanza, labradores, cacharreros, escribas, artesanos, canteros, peleteros, leñadores. Todos ellos grandes hombres compartiendo mitos y creencias, anunciaciones y sueños. Flores recién cortadas, también, tras las tapias blancas de los cementerios.

Gente humilde sabedora del valor de la solidaridad y conocedora, como ninguna otra, de la importancia de aunar esfuerzos en la consecución de los objetivos comunes. No en vano, así fue como obtuvieron los logros vecinales.

Pero esto, me temo, forma parte del pasado.

Sí, porque ha nacido el Frelita: el Frente de Liberación Tabarés. Un partido político que promete bondades inimaginables en su programa. Maravillas nunca vistas. Prodigios extraordinarios en la realidad de una tierra agrietada por un clima extremo.

Proclama la independencia de la Tierra Vieja de Tábara y ya está aquí. Acaba de llegar.

Sucede que estábamos equivocados. Según parece, gente malvada nos ha estado oprimiendo y robando desde hace mucho tiempo sin que hasta ahora nos hayamos dado cuenta. Los bárbaros. Los de fuera. Los de allende nuestras fronteras, más allá de los ríos Esla y el Castrón.

Esto es lo que martillea, un día sí y otro también, su líder. Uno, con cara de iluminado.

"?Poned el empeño en la pedagogía", dice con sonrisa seráfica a sus militantes, "y explicad a los lugareños de La Culebra la conveniencia de mi propuesta. Hagamos valer ante ellos nuestra inteligencia argumental y convenzámosles de las bondades que les aguardan con su terruño independizado.

Escober, San Martín, Riofrío, Sesnández, Abejera. Que a ninguno quepa la menor duda.

Una vez consolidado el nuevo Estado, será llegado el momento de anexionar los asentamientos de Ferreras de Abajo, Litos, Pozuelo, Faramontanos, Santa Eulalia y Granja de Moreruela. Todos. No debemos ser cicateros en la política de expansión. Hagámosles partícipes, a ellos también, de nuestra generosidad.

Para acabar, solicitaremos la entrada en la ONU. Después, en la Unión Europea. Por último, en el Fondo Monetario Internacional y demás organismos internacionales.

Entretanto, hagamos ruido y saquemos a la calle las banderas. Las nuestras. Las independentistas. Las del Frente de Liberación Tabarés?

Así dice "el iluminado". Ese nuevo mesías enfundado en traje impoluto, color oscuro, con gafas y encorbatado.