Un grave asunto económico ha sido y sigue siendo motivo de actualidad y muchos comentarios, indignados, durante los últimos días en Zamora. Como se sabe, el Tribunal Constitucional ha rechazado el recurso del Ayuntamiento de la capital acerca del fallo judicial que le había condenado a pagar una suma de 3,5 millones a la inmobiliaria con que la que en 2006 el Gobierno local del PP, con Antonio Vázquez de alcalde, había acordado la construcción de un edificio municipal con un coste tan sobrevalorado que obligó, más tarde, a su sucesora en el cargo, Rosa Valdeón, del mismo partido, a rechazar por vía judicial el acuerdo firmado, que fue anulado, pero obligando a indemnizar fuertemente, mucho más allá de lo previsto, a la empresa constructora. En total, más de cuatro millones de euros por nada.

Ese dineral había sido ya abonado, pero como el fallo estaba recurrido ante el Constitucional, siempre quedaba la esperanza, lo último que se pierde. Ahora, ya no queda ni eso, y resulta que el Ayuntamiento ni tiene edificio ni tiene 4, 2 millones, que en unas semanas se sabrá si aumentan a más de cinco, pues aun se deben pagar otros flecos, según dicta la sentencia, aunque el alcalde de la ciudad aún confía en que se pueda evitar. Ha sido, pues, tirar el dinero, dinero público. Un caso que durante estos años no ha dejado de generar polémicas, debates y enfrentamientos, entre los partidos integrantes de la Corporación, pero que nunca fue explicado suficientemente y sobre el que nunca se depuraron responsabilidades políticas. Ha sido con el jarro de agua fría recibido, cuando la reacción se vuelve a producir, a la espera de la versión de todo lo ocurrido que ha quedado en contar Vázquez, el entonces alcalde, y diputado nacional ahora, tras matizar que no quiere entrar en discusiones.

El alcalde actual, Francisco Guarido, no ha caminado sobre rositas a la hora de referirse al asunto, asegurando que se sabía que el contrato era una ruina antes de que fuese firmado. Y que IU, su partido, siempre se opuso a ello. También recuerda que el asunto estuvo un año parado porque el secretario municipal se negaba a rubricar tan cara operación. Argumentos compartidos por el PSOE que ha pedido la dimisión de Vázquez como diputado por Zamora a la vez que ha extendido culpas a la ex alcaldesa Rosa Valdeón que en vez de negociar con la empresa emprendió una guerra judicial sin reparar en gastos. Hasta Ciudadanos se ha posicionado duramente contra el PP, afirmando que en política hay que responsabilizarse de las decisiones tomadas, ya sea hace diez días o hace diez años y asumir las consecuencias, y no solo Vázquez, sino también los entonces ediles del grupo popular, como Prada, su portavoz, o Castro, delegado de la Junta, que apoyaron el proyecto.

Por el contrario, para los del PP no pasa nada, que aquí nunca pasa nada, como tantas veces ha quedado demostrado. Ya lo han dicho: ni se equivocaron, ni hubo error alguno, sino que hicieron uso de una opción legítima. "Gobernar es complicado", sentencian filosóficamente. En fin, tampoco se puede pedir peras al olmo. La gente, por su parte, de sobra sabe que nadie responderá por esto.