E mpiezo por decir que dudo de que haya algún impuesto bien aplicado. Pero si la Sanidad lo demanda por pura necesidad, teniendo como tenemos la mejor Sanidad Pública del mundo, soy del criterio del presidente de la Organización Médica Colegial: que se suban los impuestos "al tabaco y a las bebidas alcohólicas", eso sí, excepción hecha del vino que por algo es una bebida cardiosaludable que, tomada moderadamente, es como un elixir. Sobre todo si se trata de los buenos vinos de las distintas D.O. de Zamora. Si el tabaco mata y las drogas alienan, ¿a qué están esperando? Si hay que financiar la Sanidad que dejen de tocarnos el bolsillo a todos los ciudadanos. Que sean un poco más escrupulosos y graven dos de los causantes de más enfermedades con cargo a la Seguridad Social y más muertes.

Cuando se habla de accidentes de tráfico, y llevamos un verano negro, la somnolencia fruto del cansancio, las drogas y el alcohol son los causantes primeros de esa sangría que ha teñido el asfalto de sangre. Hay colectivos de enfermos de todas las patologías habidas y por haber, que no pueden sufragar los costosos tratamientos necesarios para mantenerlos con vida. La Seguridad Social no cubre ciertos medicamentos por costosos, con lo fácil que lo tiene cualquier gobierno, subiendo los impuestos de alcohol y tabaco.

A lo mejor así se mataban dos pájaros de un tiro. Por un lado se conseguía "cash" para la Sanidad y por el otro se acababa con ambas adicciones. Tabaco y alcohol cuentan con un número elevadísimo de adictos, cuantos de ellos excesivamente jóvenes, casi unos críos. La propuesta de los médicos patrios no es una cuestión baladí, ni un calentón estival. La propia Organización Mundial de la Salud exige a los países que impongan más impuestos sobre el tabaco y sus productos derivados para reducir el número de muertes que causa su adicción y así generar fondos para los sistemas de salud pública.

Las bebidas de alta graduación causantes de tanto coma etílico en jóvenes y aún en críos que no debieran pasar del vaso de leche con "Cola-Cao", sería otra de las soluciones viables. Fumadores y bebedores se estarán empezando a acordar de mis ancestros, pero es que sería lo mejor para todos ellos. Eso sí, siempre y cuando los impuestos sobre uno y otras, se destinara a la Sanidad para que no ocurriera lo que pasó con el "céntimo sanitario" de cuyo destino nunca se supo nada. Subir los impuestos sobre tabaco y alcohol frenan el consumo de ambos. Está comprobado. Y ya puestos, no dejar escapar al cigarrillo electrónico que, al parecer, también está lleno de elementos tóxicos de probables efectos sobre el cáncer.