España es el destino turístico preferido por muchos extranjeros y españoles que quieren conocer su país. Ya sea la playa o la montaña, el campo, los pueblos o las ciudades, España es un filón de lugares, costumbres, festejos, gastronomía, eventos y toda clase de atractivos para el turismo y miles de personas de todas las edades y condiciones esperan llenar sus expectativas de descanso y recreación; pero el desarrollo de la actividad turística debe estar enmarcado en el concepto Turismo Responsable definido como la gestión de los recursos turísticos sin traumatizar la cultura del lugar ni alterar el ecosistema, de manera que un destino turístico integre las actividades y a las personas que lo visitan, sin alterarse ni deteriorarse, sin afectar sus costumbres y valores sociales, respetando la vida y costumbres de los locales.

El turismo responsable es responsabilidad de todos: los administradores locales, los ciudadanos, los turistas y sobre todo los promotores turísticos. Las autoridades locales deben velar por hacer cumplir las normas y leyes, es necesario tener muy claro un marco de legalidad para evitar disturbios y delitos; se debe informar a los visitantes las leyes y los códigos éticos, así como la conducta que se espera de ellos, por otro lado, debe facilitársele a los gestores turísticos su trabajo.

Los ciudadanos deben tolerar la pérdida de sus rutinas e invasión de sus espacios por extraños, su contribución al turismo responsable es asumir su responsabilidad social, la cual es definida por Sheldon Berman como "la inversión personal en el bienestar de los otros y del planeta", es asumir la responsabilidad en lograr el bienestar de los demás, todos participamos en el mundo social y político y somos responsables por la construcción de un mundo más pacífico y justo. El marco ético es esencial para el desarrollo de un turismo responsable, hay que tener muy claro lo que está permitido que no afecte a los niños y adolescentes, las buenas costumbres de un lugar no deben alterarse por comportamientos arrogantes y extravagantes de los foráneos, por otro lado, los visitantes deben ser bien acogidos y respetados en sus costumbres y características culturales.

El turista es un invitado y no debe olvidarlo para asegurar que sus acciones y conductas no alteren la cotidianidad de la vida del lugar, no afecte el ecosistema y asuma así su responsabilidad social reconociendo el marco legal y ético del entorno donde se encuentre. Actitudes como gritos, música estridente, balconing, borracheras y excesos sexuales, abusos y ultrajes a los locales, vestimentas inadecuadas, consumo de drogas, dejar basuras, hacer fogatas en el campo, el maltrato animal, son formas de alterar la cultura y el ecosistema y se convierten en malas prácticas turísticas. Educar, exigir respeto y un comportamiento adecuado, es parte del turismo responsable.

El gestor turístico responsable debe asegurar las condiciones propuestas por Abraham Maslow en su obra "Una teoría sobre la motivación", la cual dio lugar al término "La pirámide de Maslow" o jerarquía de las necesidades humanas, ellas son: 1. Necesidades fisiológicas como alimentación, intimidad y descanso; 2. Seguridad, que nada afecte la integridad o la propiedad privada; 3. Afiliación, o sea facilitar las relaciones sociales y familiares; 4. Reconocimiento, confianza, éxito y 5. Autorrealización donde se aseguran las condiciones éticas, la moralidad, la creatividad y la resolución de problemas.

Respecto al marco legal existe un Código Mundial para el Turismo, así como resoluciones y leyes administradas por autoridades competentes.

Viajar suele ser una gran experiencia placentera y enriquecedora para todos. El turismo regula y hace posible llenar estas expectativas, por otro lado genera progreso y es uno de los pilares económicos del país, tener conciencia de nuestra responsabilidad en el proceso y actuar en consecuencia, es lo que hemos analizado como Turismo Responsable