Pues menos mal que tenemos zamoranos por las alturas, porque si no los llegamos a tener puede que nos fuese todavía peor, que ya es. A expensas del trato que se reciba de la Junta de Castilla y León, que está por ver pero ya se verá, con el Gobierno no se ha podido empezar peor. Y precisamente por parte del Ministerio de Fomento del que es titular una paisana, Ana Pastor, la que según el PP trae el AVE a Zamora con su carga de progreso, desarrollo, turismo y bienestar. Porque Fomento acaba de negar al Ayuntamiento de la capital la aportación del 1,5 cultural para la financiación de la rehabilitación del Mercado y del Puente de Piedra, dos emblemas históricos de la ciudad.

Asombrado se debe haber quedado el equipo de gobierno municipal, pues la negativa además de provenir del departamento de una zamorana, a la que se supone realmente interesada por las cosas de su tierra, resulta que fue hecha cuando su partido era el que mandaba en el Ayuntamiento. Pero ni por esas, aunque a Toro sí se le apoyará en los proyectos presentados de restauración del centro urbano. El alcalde de Zamora, Guarido, ha dejado claro que buscará otras ayudas económicas para llevar a cabo unas reformas que son imprescindibles, y dicho lo cual se ha preguntado y pregunta si la decisión gubernamental no tendrá que ver con que el Consistorio aparezca presidido por IU, llegando más lejos al expresar sus dudas de si la negación se hubiese producido de seguir gobernando el PP, algo a lo que debiera responder la portavoz del grupo popular, Clara San Damián, la frustrada candidata a la Alcaldía.

Quien no deja, en cambio de meter baza, en cuantos asuntos pone o no en marcha el nuevo equipo IU-PSOE que maneja las riendas de la capital, y bien, sin prisa ni pausa, sin pausa ni prisa, como aclaró Guarido de entrada, lo que les está permitiendo hacerse cargo serenamente de la envenenada herencia recibida y de ir poniendo en marchas los planes pendientes y los que se recogen en el programa electoral, sin caer en extremismos ni demagogias ni resentimientos como está ocurriendo en otros lugares gobernados desde la izquierda. San Damián se queja ahora de que el PP se haya quedado al margen de la bajada de impuestos en la que ya trabaja desde hace tres semanas el Ayuntamiento, de acuerdo con el compromiso establecido con los ciudadanos. Veinte años ha tenido el PP para bajar las tasas municipales.

Luego está, igualmente, como motivo de confrontación, esa sentencia sobre la licitación de la ORA y los parkings, algo que tampoco hizo el PP en su momento, por lo que la empresa pide una indemnización de 20 millones, que el Ayuntamiento piensa reducir en todo lo posible, lejos de esa cantidad según los técnicos y peritos. Pero el alcalde nunca dijo que esa cifra figurase en la sentencia sino que era lo que la concesionaria pedía y así ha quedado demostrado. No ha habido ningún alarmismo, como el grupo popular ha querido dar a entender acusando de ello al equipo de Gobierno. Y no deja de ser ilustrativo que el partido que estos días ha vuelto a alarmar a la sociedad con los vergonzosos detalles de la corrupción de la trama Púnica use precisamente tal argumento contra el actual Ayuntamiento zamorano.