En verano se ve menos la televisión. Y eso que España es uno de los países en los que la gente acumula más número de horas frente a la pequeña pantalla, que ya no suele ser nada pequeña. Pero con el calor remiten algo los programas basura, las series acostumbran a ser reiteradas reposiciones que ya aburren por sabidas, y las películas basculan entre conocidos éxitos de hace décadas, cintas de serie B, y tópicos y manidos telefilmes de esos que los canales deben comprar por toneladas. Según un reciente sondeo al respecto, es entre las personas mayores o muy mayores donde se encuentran más telespectadores, en toda época, aunque muchos enciendan el receptor solo para sentir compañía, para escuchar voces humanas alrededor, sin atender para nada a los contenidos de los programas.

Actualmente, la televisión no es para jóvenes. Ni en verano ni en invierno. Porque de acuerdo con los datos que se manejan es un medio cada vez menos utilizado, salvo si acaso para espacios concretos, como transmisiones deportivas. Lo que no significa que renieguen o renuncien a la comunicación y la información audiovisual sino que lo hacen a través de vías distintas, más personalizadas, como es el caso del ordenador, la tablet, y el teléfono inteligente. Pantallas más pequeñas, incluso mucho más pequeñas, pero que ofrecen la gran ventaja del "streeming" que entre otros beneficios permiten construirse un canal propio en el que se ve lo que se quiere ver y cuando y donde se quiera, prescindiendo con el cursor de aquello que no interesa. Unos beneficios ostensibles en comodidad y rapidez, a lo que se une la gran inmediatez de la noticia en vivo y directo obtenida a través de cualquier medio.

La televisión como la política ha quedado vieja en este país, como ya ha ocurrido en otros muchos lugares. En política, al menos, los votos están llevando al cambio. Un cambio que debe ser generacional principalmente, porque las nuevas generaciones traerán consigo y aportarán, en uno y otro campo, el aire fresco, las nuevas ideas e iniciativas que la sociedad demanda. Aunque siempre habrá quienes prefieran las arcadas y los vómitos de algún canal determinado con sus formatos del? corazón, digamos, o sus "reality shows" y demás bazofia. Por cierto, en las redes sociales se podía leer días atrás: Dios lo ve todo, menos Telecinco. Algún canal más pudiera añadirse pero por ahí van las cosas, incluyendo a la televisión gubernamental, con sus 6.400 empleados, queriendo competir con las generalistas y escaparate de una manipulación constante y aberrante como la que llevó a comprar un partido amistoso del Oporto para ver el debut de Casillas, al que chutaron tres veces y marcaron dos goles en otros tantos fallos. La situación ha hecho surgir un nuevo canal, diferente, que emite dentro del paquete de Movistar Plus, el resultado de la absorción de Canal Plus por parte de Telefónica. Non Stop People se denomina la nueva televisión, hecha por jóvenes y para jóvenes, con espacios nuevos, diferentes y creativos en los que caben todos los géneros bajo un prisma distinto y con distintos tratamientos, servidos por rostros que ahora empiezan ante las cámaras. Una propuesta muy interesante para la juventud.