El pasado día 18 de febrero se acaba de cumplir el primer centenario de la muerte de don Francisco Giner de los Ríos, el gran pedagogo, que dedicó su vida a la enseñanza, no en vano, fue el creador y director de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), impulsó el Museo Pedagógico Nacional, la Junta para la Ampliación de Estudios, la Residencia de Estudiantes y las Misiones Pedagógicas.

Sobre la Residencia de Estudiantes, escribí unas líneas en este mismo diario, publicadas el día 4 de septiembre de 2014.

En el año 1876, como resultado de la cuestión universitaria, don Francisco Giner de los Ríos, junto con un grupo de compañeros funda la ILE, comenzada como universidad libre, se transforma en colegio primario y secundario al reintegrarse los profesores perseguidos a sus cátedras, después de la Revolución.

La Real Orden de 14 de marzo de 1868, separa don Francisco Giner de los Ríos de su cátedra, junto a Sanz del Río, Fernando de Castro, Castelar, Salmerón y otros profesores.

En la Institución Libre de Enseñanza estudian juntos niñas y niños, comparten aulas, en las clases no hay libros de texto, el profesor explica su asignatura y el alumno toma sus notas y elabora sus resúmenes, se fomentan los laboratorios de Física y Química, los trabajos manuales y la lectura de los clásicos españoles y extranjeros, mediante las bibliotecas circulantes.

Hay un dato sobre el que quiero hacer especial hincapié, cuál es, que la ILE tenía como principio de su filosofía educativa rechazar la educación memorística de textos, fomentaba el aprendizaje activo y la integridad moral, analizar las conquistas de la ciencia, fomentar el goce del estudio, el estudio de las lenguas modernas desde la infancia, iniciándose su estudio a los 9 años.

Todo lo contrario que hemos vivido las personas de mi generación que estamos en la sesentena, que cursamos el bachillerato por el plan del 57, donde el lema era memorizar y memorizar. Recuerdo que en el Colegio Virgen de la Vega el profesor de Geografía, padre Jesús, en primero de Bachillerato, nos obligaba a memorizar todos los partidos judiciales de todas las provincias de España por orden alfabético, y entonces, antes de la reforma judicial, eran un "mogollón", solamente en nuestra provincia de Zamora, eran ocho partidos judiciales, incluyendo Zamora capital. Con todos mis respetos para el profesor de Geografía, de nefasto recuerdo, un sinsentido, máxime, cuando ante la más mínima equivocación a la hora de recitarlos, con un manojo de llaves y a coro, te iba dando golpes en el cogote.

Para don Francisco Giner de los Ríos, los exámenes memorísticos no existían. La relación del maestro o profesor con el alumno era cercana.

En el año 1902 y debido a la influencia de la Institución Libre de Enseñanza, se creó el Ministerio de Instrucción Pública.

El consejo permanente de don Francisco Giner de los Ríos, era "Instruid al pueblo".

Hemos oído hablar de los métodos Waldorf y Montessori; según el método Waldorf "los niños se desenvuelven mejor en entornos multitarea, cuando juegan a las consultas médicas usan conocimientos de lengua, matemáticas y ciencias a la vez".

La doctora María Montessori, también se percató de que había que adaptar el entorno de aprendizaje al niño y no la revés. Después de más de un siglo, pues, era en 1912, su método como el Waldorf están presentes en las escuelas de todo el mundo.

En los centros Montessori "los adultos son los guías de los niños durante el aprendizaje. Se trata de fomentar su independencia y el sentido crítico".

En el año 1881 don Francisco Giner de los Ríos y don Manuel Bartolomé Cossío solicitaron del Ministro de Fomento la creación de las misiones ambulantes, con el fin de llevar los mejores maestros a las aldeas más apartadas para vivificar la escuela rural, los "misioneros", de las misiones pedagógicas.

De don Francisco Giner de los Ríos dijo don Antonio Machado: "Era don Francisco Giner sencillo, austero hasta la santidad, amigo de las proporciones justas y de las medidas cabales. Era un místico, pero no contemplativo ni extático, sino laborioso y activo. Tenía el alma fundadora de santa Teresa de Ávila y de Iñigo de Loyola; pero él se adueñaba de los espíritus por la libertad y por el amor..."

El deseo de don Francisco Giner de los Ríos, "era crear hombres íntegros, cultos y capaces en base a la idea de que los cambios los producen los hombres y las ideas, no las rebeliones ni las guerras".

Su método intuitivo era como una mezcla de la filosofía socrática y la práctica franciscana, en las que el maestro influye en sus almas no por su autoridad, sino por su conocimiento y su amor.

Gracias don Francisco por su legado cultural.

Pedro Bécares de Lera (Zamora)