No todo el mundo en Grecia estaba de acuerdo con el referéndum. Destacados intelectuales helenos se posicionaron en contra de esta especie de "coup de force" de Tsipras que ha servido de muy poco para los griegos, para Grecia y para el resto de la Europa común. Uno de esos intelectuales que se posicionó en contra del referéndum, al que calificó de "absurdo" y "de referéndum sobre la nada", ha sido el traductor, dramaturgo y guionista griego Petros Márkaris, considerado en todo el mundo como uno de los más relevantes autores contemporáneos de novela negra en cuyas páginas ha hecho mundialmente famoso al comisario de ficción Kostas Jaritos.

En su libro "Pan, educación y libertad", tercero de los volúmenes que componen su Trilogía de la crisis, como si del oráculo de Delfos se tratara, Petros Márkaris realizó una tarea premonitoria, presentando una Grecia que después de entrar en una espiral de impagos, devaluaciones y quiebra del Estado, se veía obligada a abandonar el euro. Esa posibilidad está consiguiendo quitar el sueño al padre putativo de Jaritos porque la realidad empieza a superar en cierta medida a la ficción.

Frente a todos cuantos insisten en levantar el índice acusador y señalar, como culpable de la situación helena, a Alemania y a su canciller Angela Merkel, y ya de paso a España y a Rajoy, a los que se acusa de ser los más duros e inflexibles, olvidando las firmes posturas al respecto de Holanda, de Dinamarca y de algunos de los países bálticos, a Márkaris no le han dolido prendas al asegurar: "Esta crisis no la ha creado Ángela Merkel. Si Grecia está como está es culpa nuestra". Se agradece la sinceridad y la valentía del afamado escritor.

Sobre todo por la corriente interesada que parte de los populismos y de las extremas izquierda y derecha, de realizar una especie de ejercicio de solidaridad, albardado en demagogia, utilizando como escudo al "sufriente" pueblo griego y de paso a Tsipras y su gobierno. Y se les llena la boca hablando de la cuna de la democracia, de la valentía de sus dirigentes capaces de hacer frente a la mismísima Troika. Pero nada dicen de la permanente actitud mendicante del actual Gobierno.

Como nada se dice de la incapacidad de los políticos griegos a la hora de gestionar los dineros que Europa presta y que se ha reconocido no llegan al "sufriente" pueblo heleno. Hay cantidades astronómicas cuyo destino se ignora. El gobierno del "héroe" Tsipras ha perdido cinco meses preciosos y vitales. Su coalición no ha hecho ningún progreso, se ha mostrado incapaz para los avances. No solo no ha sabido afrontar la crisis que corroe a Grecia, sino que la ha empeorado. Y esto no lo dice la derecha europea, la Merkel, Hollande y todos cuantos piensan que Tsipras se está riendo de sus socios. Esto lo ha dicho un intelectual griego que también ha alertado sobre el aparato de propaganda que se ha montado Tsipras.