Hay cosas que van dando ciertas señales de que algo cambia y eso es motivo de alegría y amplia satisfacción para todos. Hace pocos días he tenido el honor de recibir la información festiva del programa que Quintanilla, localidad al otro lado del río Manzanas, tiene preparado para los días 9,10 y 11 de julio. Una nueva oportunidad, sin duda, para estrechar lazos de uno y otro lado de la Raya. Curiosamente, hasta el topónimo parece formar parte de ese origen o fondo común, así en nuestra provincia, contamos con dos Quintanas y cuatro Quintanillas, dato que hoy recordamos como simple anécdota. Pero si ahondamos un poco más atrás, estoy seguro de que encontraríamos referencias y conexiones en distintas etapas repobladoras.

Pero hoy llega hasta nosotros una Quintanilla Rock con un programa interesante y atractivo que hace de la Raya una referencia permanente que viene de nuestros antepasados que, en tiempos ya lejanos, se unieron bajo el manto mariano de las Siete Hermanas, en el que no podía faltar la villa del Marquesado que, bajo la advocación de la Salud, constituye toda una referencia histórica. Si algún día llegara la unión ibérica definitiva, debería ser esta villa donde se firme.

Deseamos que estos tres días de Quintanilla Rock sean todo un éxito y que refuercen la comunicación y las relaciones a ambos lados de esa artificial e impuesta frontera.