Es evidente que a raíz de lo que día a día, mes a mes venimos viendo y contemplando en las altas esferas de la justicia española, todos tenemos la más firme convicción de que existen dos raseros o dos varas para aplicar o impartir la justicia en España según de quien se trate el escalafón o nivel de vida social en que se mueva o se relacione tal persona o tal identidad. Es triste el tener que reconocerlo como así es en la casi totalidad de la ciudadanía española que es lo que percibes en cuanto abres la boca tratando o comentando ciertos acontecimientos o hechos que desgraciadamente se vienen dando de unos cuantos años acá.

Por supuesto que se niega rotundamente por parte de la suprema justicia sea un tribunal u otro el que se vea afectado por este o aquel caso, pero las pruebas son tan abrumadoras día tras día, que serán poquísimos o casi ningún ciudadano con el que comentes tal o cual cosilla que huela a cierto tufillo, saldrá un sí rotundo de la persona afirmando, que hay "dos varas de medir según de quien se trate". Pero lo triste, penoso y vergonzoso para este ciudadano, es que esto esté asumido totalmente por la mayoría de la población y siente en sus adentros un inmenso fraude ante los tratos de favor, las prebendas que en muchas ocasiones reciben ciertos personajillos a los que se les tiene por grandes hacedores de España entiéndase, políticos, empresarios, banqueros, partidos políticos, consejeros del tal o cual rango, allegados o amiguetes de tal o cual entidad o persona relevante, etc.

Verdaderamente, viendo todo esto a diario y las contradicciones de la justicia haciendo a veces la Fiscalía más de defensora que de acusadora o cómo un caso se dilata años y años mientras se pudren los expedientes en las estanterías del juzgado cual sacos de patatas esperado a ver, si prescribe intencionadamente y así se libran los encausados o por qué no, haciendo que el paso del tiempo todo lo olvide y no vuelva a hablarse de aquel asqueroso comportamiento, yo a esto lo llamo saber bien las triquiñuelas de la ley .

Qué decir de la bochornosa costumbre que se está imponiendo en casos de altísima relevancia en los que siempre se trata de echar la culpa a la secretaria o tesorero (es un ejemplo esto último) haciéndonos creer, que ellos iban y venían por los despachos, por los bancos, por las cajas, por ciertas empresas, pero que lo de los favores, los regalos, las recompensas con ciertas leyes quizás muy bien pensadas y no sabían ni conocían nada de nada, vamos, que eran sordomudos y llegado el caso, nunca vieron nada a su alrededor, en definitiva, que el partido se financiaba de la nada, hacía obras de la nada, tenía sedes de la nada, los millones para esto o aquello venían del cielo o los traía una paloma mensajera o la cigüeña como a los niños.

Triste pero cierto, todo marcha de maravilla, más del cincuenta por ciento de los jóvenes no tienen trabajo, hay cientos de miles de pisos vacíos, la mayoría en manos de la banca, la luz es la más cara de Europa, los bancos de alimentos han crecido como champiñones en toda España y no dan abasto a ayudar al que no tiene para comer, dos millones largos de hogares tienen prácticamente a toda la familia sin trabajo en casa, los jóvenes mejor preparados se marchan de España en busca del dorado (que muy pocas veces se les cumple pues son explotados en muchas ocasiones) la casi mayoría de los que tienen algún trabajo, lo tienen por el salario mínimo e incluso, por tan solo cuatrocientos euros, en muchísimos casos les hacen trabajar ocho horas. Qué decir de la cantidad de pensionistas que están soportando a los hijos en casa, haciendo milagros con su paga para poder comer un algo diariamente. Podría añadir más cosas que todos conocemos y sabemos pero creo que ya es más que suficiente. Pero qué humillante es escuchar al "señor" presidente machaconamente a todas horas en los foros de sus amigos donde le abren los brazos que todo va de madre, o a la ilustre Aguirre, decir que los mendigos molestan en las calles, sin preguntarse o ir a donde ellos y decirles o averiguar, el porqué, muchos de ellos están ahí desde no hace mucho tiempo.

Puedo estar muy errado, pero que muy errado, pero lo que sí estoy es muy, pero que muy cabreado con lo que veo en mi casa con mis hijos y lo que veo fuera de mi casa y afortunadamente tenemos para comer? pero lo que sí sostengo, es que está habiendo dos varas de medir, una en la justicia que me avergüenza que de "independiente nada de nada" y otra, socialmente haciéndonos creer que este pueblo español es tonto o gilipollas y por ahí no paso ni "jarto" de vino, vamos, ni borracho. Lo tengo muy claro, la justicia no la tienen que nombrar jamás los partidos políticos y si alguien ha estado o está sacando a España medianamente adelante, es a todas luces, el pueblo con sus sacrificios y su saber estar sin haber salido a la calle a luchar cuando esta lucha la está librando en sus hogares y en sus carnes por lo cual, menos salvapatrias y más responsabilidad y honestidad, sí honestidad, caiga quien caiga sobre todo, dando ejemplo pues, un pueblo que duda de su justicia es un pueblo desmoralizado y eso es muy grave y con ello no digo que toda la justicia sea mala ni mucho menos, pero lo que estamos viendo, a los ciudadanos a las personas no nos gusta y nos rebaja la poca o mucha confianza que pudiéramos tener en ella. Es muy triste sentir o ver, que hay trato de favor según quien seas, al menos es mi humilde sensación, no es lo mismo robar el famoso pollo o saquear descaradamente un banco o usar tarjetas para pagarte tus vicios, etc, con el dinero de otros.

Es cierto, me repugna la palabra "casta" pero veamos cómo se aplica ésta por ejemplo en la India, las castas especiales viven a lo grande y las despreciadas, pues eso, son despreciadas. Sí, es una forma de filosofía la de la India, pero yo no la quiero aquí en esta nuestra democracia, me chirría.

Francisco Javier Gómez Juan

(Zamora)