En la prensa diaria, últimamente, hemos podido leer, a veces, en la misma página, noticias totalmente contradictorias; así por ejemplo, que miles de niños, en nuestras ciudades pasan hambre, es decir, que no pueden hacer sus comidas más elementales, desayuno, comida y cena, e igualmente y en la misma página hemos podido leer que, el número de millonarios en España, el pasado año ha aumentado un 10%, sin olvidar que el porcentaje de población existente bajo el nivel de la pobreza pasa en 6 años, ( esto es, del año 2008 al 2014) del 19,6% al 22,2 %.

Estas cifras sumamente frías, del aumento de los españoles bajo el umbral de la pobreza deben hacernos reflexionar a nivel individual y especialmente a nivel gubernamental, a fin de que se genere una conciencia social plena de esta cruda y dura realidad y se tomen las oportunas medidas para evitar este tipo de situaciones tan injustas, y tratar de generar una situación de mayor equilibrio e igualdad donde con los recursos de que disponemos no se produzcan este tipo de desigualdades tan acentuadas, donde como podemos apreciar, los ricos cada vez, son más ricos, y lo son porque tienen mayor capacidad de generar riqueza y en consecuencia, adquirir bienes, y los pobres, cada vez más pobres, llegando al extremo de no poder disponer ya ni de lo más necesario que es el alimento diario. Como para destinar dinero a planes de pensiones para la jubilación, que aconseja el Gobernador del Banco de España, extremo que cada lector puede calificar como estime más oportuno.

La pobreza es una realidad que conocen muy bien quienes la viven, quienes no la viven difícilmente pueden opinar, pero siempre podemos ayudar.

Cuando estas líneas escribo, me viene a la mente el pasaje bíblico de las vacas gordas, cuando el faraón en su sueño vio como siete vacas gordas eran devoradas por otras tantas vacas flacas.

Recordarán, que convocó a los adivinos y sabios de su país, pero ninguno de ellos supo interpretar su sueño o pesadilla, ante esta situación convocó a su presencia a José hijo de Jacob, y José le explicó, que las siete vacas gordas significaban que los próximos siete años serán de abundancia, mientras que las siete vacas flacas representaban la escasez, el hambre y la penuria.

En nuestra cultura está perfectamente admitido que la expresión tiempo de vacas gordas, significa tiempo de abundancia material, pero no olvidemos, que a tiempos de abundancia le suceden tiempos de necesidad y escasez.

Presumo que, por causas que ignoro, durante un período de tiempo más o menos duradero, solamente se ha pensado y se ha actuado como que estuviéramos en período de vacas gordas, pues, en nuestra cultura, durante varios años ha imperado el consumismo, motivado por la propaganda del acceso al dinero fácil, y una serie de circunstancias que han generado, poco a poco, y sin enterarnos, la situación actual en la que se encuentran muchas familias, que sin quererlo, se hallan en esta situación.

El día pasado, leíamos la noticia que el número de familias que, en los dos últimos años han perdido su vivienda, asciende a unas 100.000 familias; es un dato, verdaderamente, escalofriante, que nos tiene que hacer reflexionar a todos y especialmente a los gobernantes para que tomen las oportunas medias y frenen esta situación.

Hemos de ser solidarios y procurar no dejarnos llevar por la propaganda fácil y el consumismo sin sentido, porque al final el período de vacas flacas llega y en este caso ha llegado para quedarse más de lo esperado.

Pedro Bécares de Lera

(Zamora)