Cuando la religión oficial del Estado español era la católica y, por tanto, los organismos públicos intervenían con su representación en numerosos actos religiosos, recuerdo que el Día de Jueves Santo la Corporación Municipal en pleno, acompañada de maceros y escoltada por la Policía Municipal de gran gala realizaba la vista de los Sagrarios, haciendo las siete estaciones que comenzaban por la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva y concluían en la Catedral; las estaciones intermedias se hacían en conventos que tenían preparado el Altar de su correspondiente capilla para la ocasión (de paso, recibían un donativo que se le entregaba en un sobre preparado al efecto).

El caso es que, desde que España es un estado laico y no tiene religión oficial según la Constitución Española de 1978, las corporaciones ya no intervienen en los actos religiosos, al menos, de forma tan oficializada.

Mi reflexión, al día de hoy, es que vengo observando la desaparición en Zamora de algunos de aquellos conventos que en otros tiempos visitábamos el Día de Jueves Santo. Concretamente, en la plaza de Antonio del Águila ya no están las Religiosas Comendadoras de la Orden de San Juan de Jerusalén ( para entendernos mejor, las juanas).

Recientemente, llamó mi atención la fachada del edificio que está en la plaza de Antonio del Águila con vuelta a la calle Troncoso, que tiene todas las características de lo que es un convento de clausura, con sus ventanas cerradas con celosía y en la planta baja protegidas con rejas; una buena parte de la fachada está cubierta por una frondosa enredadera que le da un bello aspecto; la enredadera se extiende y hace pórtico a la calle Troncoso.

No me había enterado que las monjas de clausura, que allí habitaron tiempo atrás, ya no estaban y que el edificio había sido reconvertido en apartamentos, aunque, por ley, se mantiene íntegramente el aspecto exterior de la fachada.

Averigüé que las monjas sanjuanistas habían marchado de allí en el año 1973 y desde entones estaban en el mismo lugar que las carmelitas descalzas. Me resulta complicado discernir esto de las órdenes religiosas, porque soy profano en estos temas y, con todo respeto, no quisiera meter la pata.

Según los datos obtenidos del libro publicado por don Juan Manuel Palacios Sánchez: "Al iniciarse el siglo XX, la Comunidad Sanjuanista de Zamora era de 22 Religiosas. El Edificio adquirido para hacer del mismo su Monasterio estaba ubicado en la plaza de Antonio del Águila. Este edificio había sido cuartel de la Guardia Civil. Allí, en la recoleta plaza, bajo la sombra de la torre catedralícia, han permanecido las religiosas sanjuanistas hasta la construcción del definitivo y actual Monasterio en el Camino Viejo de Toro.". Hay una realidad indubitable: en Zamora queda una sola monja de la Orden de San Juan de Jerusalén, sor Rosario, que fue la priora y que, por su avanzada edad, se encuentra alojada en la Residencia Reina de la Paz.