Como aficionado a la fiesta de los toros y ante la inminente feria taurina de Zamora, teniendo en cuenta el runrún, que se oye por la ciudad, me he permitido escribir unas líneas sobre la misma.

Con ello intento que todos los integrantes de estos espectáculos mostremos una actitud positiva ante la celebración de los mismos, ya se sabe que la actitud es un componente de la personalidad relativo a la disposición de las personas ante ciertos estímulos, es decir lo que se hace con lo que se sabe.

Lo primero que debo decir es que este año, con el cartel en la mano, tenemos una feria taurina muy decente, espectacular, equilibrada y de postín, como dice una amiga mía, aunque sea pequeña, al igual que nuestra ciudad: bella y completa.

Una corrida de toros con toreros jóvenes y de gran proyección en el mundo taurino y nuestro Alberto, que bien necesita este tipo de festejos para despegar en este difícil mundo del toro.

Dos espectáculos grandiosos uno de toros con las primeras figuras del escalafón y uno de rejones en el que no se puede mejorar el cartel, juntos el mismo día los dos mejores rejoneadores del momento.

Posiblemente inalcanzable para muchos aficionados desde hace bastante tiempo, con tal carrusel de empresas que han pasado por el coso zamorano desde hace años y con actitudes muy diferentes, en principio, a la de este año.

La empresa organizadora de los eventos se ha mostrado valiente, generosa y respetuosa con el público zamorano por varios motivos: ha remozado la plaza, que falta tenía, acometiendo las obras necesarias para que el coso zamorano se encuentre bonito y con las mejores galas para acoger los festejos taurinos con la dignidad que se merecen las fiestas patronales de la ciudad. Con ello se ha intentado que el público esté expectante y cuando llegue a las gradas se encuentre satisfecho de ocupar los asientos de este marco singular.

Por otro lado ha configurado unos carteles de auténtico lujo y categoría dignos de los aficionados de estas latitudes. Se podrían quitar y poner nombres dependiendo de gustos y pasiones, dependiendo de quién los elabore, pero poco se puede mejorar a los carteles de la feria 2015, con los que el público zamorano disfrutará si la suerte acompaña.

Para completar esta actitud positiva de la empresa, solo se precisa que los toros que se lidien, estén en consonancia con la categoría de la plaza en cuanto a presencia y trapío, pues los comportamientos de los animales son totalmente ajenos a la voluntad del hombre.

Por estos detalles toreros la empresa se merece la primera gran ovación del público a la organización de la Feria Taurina 2015.

El público, componente primordial de la fiesta, también debemos responder y mostrar una actitud positiva, acudiendo a los toros con ánimo e ilusión, buscando siempre lo bello de la fiesta y exigiendo la integridad del espectáculo, que se debe realizar con verdad y vergüenza torera.

Por último quiero dedicar estas líneas, a todos los profesionales que intervienen en el espectáculo y a todos les pido que actúen con la profesionalidad y capacidad que poseen, pues todos han sido formados y preparados para desarrollar su actividad. Pido que se empleen con la dignidad que su profesión se merece y de la cual son sobradamente acreedores, ya que la afición de Zamora es buena entendida y sabrá reconocer la actitud de los intervinientes en los espectáculos de San Pedro 2015.

Con esta actitud positiva deberíamos acudir a los toros y ningún sector podrá criticar el espectáculo, ni a los que lo presenciamos, pues si la actuación de empresa, toros, toreros y público es correcta, las personas ajenas a la fiesta taurina mostrarán su respeto al espectáculo, aunque no sea de su agrado, como se hace con otras actividades.

La empresa nos ha enseñado el camino en la primera parte, esperamos y deseamos que siga con el mismo criterio y el ganado que se presente en la plaza esté en la misma línea y sea apropiado para la plaza de Zamora y su querido público.

A los profesionales que actúen en el coso de Zamora pido que tomen ejemplo de la empresa sabiendo que es una plaza de segunda categoría y demuestren sus habilidades, que son muchas, y de todos bien conocidas, pues están en los mejores puestos del escalafón taurino. Para ellos también pido la segunda ovación de la tarde porque seguro que vienen con esa disposición.