Que no, que España no engaña al trozo español de Cataluña, sin embargo el trozo español de Cataluña, a través de sus líderes, fundamentalmente independentistas, sí se la quiere meter doblada, si se me permite la expresión, a España. Que no, que no hay acoso por parte del Estado español. No hay persecución que valga. No hay derribo y a las pruebas le remito: los que tienen que estar en la cárcel siguen yendo y viniendo de Andorra y no precisamente de comprar tabaco o whisky.

No puedo entender a qué espera la Fiscalía para pronunciarse en la querella contra Oriol Junqueras, líder de ERC. La querella nada tiene que ver con sus ínfulas independentistas. La querella la interpuso Manos Limpias contra Junqueras por cohecho, malversación y delito contra la Administración. El Ministerio Público debía informar si procede o no su admisión a trámite, sin embargo lleva más de mes y medio sin pronunciarse al respecto. Deben tener una cantidad de trabajo enorme y por eso. A lo mejor ya habrían actuado si alguien hubiera osado robar una butifarra catalana por hambre, pero lo del cohecho y la malversación deben ser peccata minuta.

El colectivo de funcionarios denunció al líder de ERC, no por pedir elecciones anticipadas que desembocaran en la independencia unilateral de Cataluña, no. El colectivo de marras denunció a Junqueras por los contratos adjudicados en 2010 por el Ayuntamiento barcelonés de San Vicente dels Horts, cuando era concejal del municipio, a una empresa de gestión de residuos, de la que su hermano Roger era directivo. Algo parecido a lo de Tania Sánchez de IU hacia su hermano Héctor, en el ayuntamiento madrileño de Rivas.

Los hermanos a veces en lugar de alegrías dan muchos problemas. De Juan Guerra, el hermano de Alfonso Guerra para acá, no se habían dado tantos casos con hermanos como ahora se saben y denuncian. Claro que para el caso que hace la Justicia. Mes y medio sin pronunciarse en la querella contra Junqueras es más tiempo de demora que el que se produce por delitos menores. Pero estamos hablando de un político independentista y eso parece que tuviera bula como parece tenerla en el caso de los Pujol, de todos los Pujol, juntos y revueltos.

Que esta gente que parece no haber roto un plato cuando en realidad se ha cargado la vajilla entera, nos venga a dar lecciones de ética, me parece un insulto a nuestra propia moralidad y a nuestra inteligencia. Lo que lamento es que en Cataluña, estas y otras actuaciones delictivas de sus líderes se ocultan al común de los ciudadanos o se venden como acoso y derribo del Gobierno de España y del Estado español hacia los "próceres" catalanes del independentismo. Les roban, les humillan, les insultan en sus propias narices y ni se enteran. Eso sí, en cuanto necesitan pasta, no dudan en pedirla al Estado español.