Fiel a la cita, ya tenemos aquí los datos del tercer trimestre de la EPA, ya saben: la controvertida Encuesta de Población Activa que se caracteriza por ofrecer unos datos que suelen siempre reflejar las tendencias, pero que lo normal es que difieran bastante en sus cifras de las que, por otra parte, registran las oficinas de empleo, habitualmente mucho más benévolas, pero más reales en cuanto que solamente recogen las demandas de trabajo presentadas por personas en paro y en disposición de trabajar.

No se sabe si es conveniente o no esta doble medida que se hace del desempleo en España, lo mismo que en otros países de la UE. Para el personal, y sobre todo para el personal que busca una colocación, este biselado rasero solo sirve para crearle una confusión aun mayor. Para los políticos, para la casta que vive o se ayuda a vivir de la política, el doble baremo resulta más que útil, al usarse al gusto y conveniencia de los intereses del partido de cada cual, arrimando el ascua a su sardina. Que los resultados de la EPA son malos, pues es que eso no es más que una encuesta y lo que vale son los datos de las oficinas de empleo. Y viceversa. Más o menos paro, a discreción.

Un ejemplo se ha visto estos días en Zamora, donde un portavoz del PP que debe andar haciendo méritos de cara a las elecciones del año próximo pues sale constantemente en las fotos, casi tanto como la alcaldesa de la ciudad, que debe ostentar el récord de todos los tiempos, no ha tenido rebozo alguno en declarar que estos datos, los que arrojan un saldo de 22.800 parados en Zamora, un 26 % de la población, no tienen validez, por eso: porque una encuesta es una encuesta, y los que realmente valen son los 16.200 parados que señala la oficina de empleo, que son de gente que se apunta al paro y tienen empeño en trabajar. Naturalmente, de los que ya no están apuntados porque se han tenido que ir al extranjero o a otras zonas más prósperas del país en busca de empleo, ni palabra.

El caso es que mientras estos datos de la EPA han sido muy favorables para el conjunto del país, que ve rebajar al 24 % el índice de paro y con crecimiento del empleo en casi todas las regiones, incluida Castilla y León, han sido muy negativos para Zamora, con un desempleo, de atender a estas cifras, dos puntos por encima de la media nacional. Claro que la población activa ha aumentado y también ha aumentado en el tercer trimestre el número de ocupados en la provincia, lo cual suponen perspectivas más favorables, más acordes con las cifras que maneja la oficina de empleo y sobre todo más de acuerdo con la recuperación que pregona el Gobierno. Pero siempre nos quedará el AVE, cuando llegue.

De todos modos, es cierto lo que afirma el portavoz: que una encuesta no es más que eso, una encuesta, mientras los datos del antiguo INEM son registros reales. En general, y aunque a los políticos les resulte muy útil por lo acomodaticia que es, según convenga, no se entiende mucho este sondeo oficial que más que otra cosa solo sirve para crear situaciones manipulables. Según la EPA hay 5,4 millones de parados y según las oficinas de empleo, 4,6 millones. Y cada cual se queda a la carta que quiere.