Parece obligado dar respuesta urgente por sacar del olvido a enclave tan singular como es el que componen los restos que formaron parte del antiguo pueblo de Ribadelago. Ahora solo tenemos un paraje de pura desolación que es como contradictorio con el paisaje de amplias perspectivas que señorea el conjunto natural.

Y a ello se añade lo negativo de que no existan datos o planes que nos puedan aclarar la líneas por donde vayan a generarse las energías que regirán su futuro.

Las condiciones del abandono actual no pueden ocultar la importancia y calidad del enclave. Pues situado entre el Lago y la sierra Secundera es un espacio, que enmarca y preludia el paso a los terrenos quebrados del monte, por una espectacular vía de acceso que es la cañada del Tera. La planicie sobre la que se asentaba el pueblo con las tierras anexas es de unas dimensiones poco usuales en Sanabria y que seguramente exceden las 300 has. Lo que aumenta su atractivo para acoger los usos más diversos de forma planificada. Y que serían, los que en la actualidad se echan de menos en esta comarca con demandas y destino turístico. Con ello se trataría de elevar la calidad del turismo de toda la zona al contar con equipamientos de tipo cultural, propios de una sociedad urbana desarrollada. Sería una lista muy larga, que se verá limitada de acuerdo con las disponibilidades de la inversión o la oportunidad de su objetivo. Pero esta inserción de nuevas actividades, deberá hacerse compatible con una recuperación de un paisaje, prolongación del que fue natural. Esa integración de paisaje de praderas y bosquecillos, de nueva creación artificial pueden acoger diversos tipos de actividades y de morada, y que, es muy frecuente en los países sajones. En Inglaterra, existe un festival de ópera en Glyndebourne, a pocos kilómetros de Londres. La sede del festival lo constituye un teatro, edificio que se erige en una finca con prados y arbolado, en donde se pueden distinguir rebaños de ovejas pastando. Y en nuestro país, en la sierra de Guadarrama y dentro del bosque arbolado hay alquerías, pequeños talleres, artesanías, turismos rurales, etc, todo ello sin alterar su entorno rústico, integrado con la vegetación autóctona del bosque. Esto demuestra que es posible llegar a una compatibilidad de usos, basados en la recuperación de un paisaje, que pueda considerarse como natural.

Dentro del programa de equipamientos, sería prioritario la creación de un hotel de alta categoría, que deberá erigirse dentro de un parque, con la suficiente masa arbórea, que proporcione el aislamiento sobre el resto de las instalaciones. Complementario del hotel sería una galería o calle comercial para marcas exclusivas, pero también para pequeño comercio y de distracción para el turista.

Llevar adelante un proyecto de tales proporciones, solo será posible con la decidida voluntad del gobierno regional, pues tiene suficientes recursos para atraer las inversiones necesarias y ordenar un programa de amplia implementación. También y de forma determinante se necesitará la participación de los agentes locales, a los que habrá que convencer de la utilidad y beneficios del programa para todo el resto de los negocios turísticos de la zonas. La inauguración del AVE, sería una ocasión para alcanzar los beneficios de la implantación de una infraestructura tan importante, pero que si no surgen iniciativas como las apuntadas y se hacen germinar, veremos pasar sin parada y desilusionados, el tren del progreso.